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Cuando los 'sanfermines' no son fiesta

Un total de 1012 personas fueron detenidas durante las pasadas fiestas de San Fermín. La mayor parte de ellas, por delitos contra la propiedad (robos en pisos, tirones de bolsos y desvalijamiento de vehículos, principalmente), estafas, tráfico de estupefacientes, atracos y agresiones y peleas. Además, inspectores de la Brigada de Policía Judicial detuvieron durante estos días -en los que se presentaron 652 denuncias en la Jefatura Superior- a un ciudadano marroquí cuyo nombre corresponde a las iniciales A. R. T., de 37 años, como presunto autor de abusos sexuales con tres niños en la Ciudadela, y cuatro mujeres fueron violadas. Un joven murió presuntamente por sobredosis.

También fueron detenidas, aunque posteriormente serían puestas en libertad tras prestar declaración en la comisaría, dos personas, un hombre y una mujer, de Madrid y Palencia, respectivamente, cuando realizaban desnudos el acto sexual, en pleno día, apenas a tres metros de los muros de la prisión de Pamplona, situada en el barrio de San Juan.Precisamente algunos de los reclusos de esta cárcel han señalado en la revista Galería, editada por los propios internos del recinto penitenciario, que padecen insomnio durante los sanfermines al estar muy próximas a la cárcel dos verbenas, una de ellas a menos de 20 metros. Así, uno de ellos resalta: "La música callejera se cuela a través de las ventanas y rejas. Nos llega la alegría bullanguera y cordial de una fiesta vivida a tope Nos suena más bien a recuerdos de tiempos pasados en libertad y nos trae la añoranza5 la ilusión de que los próximos lleguen mejor" "A las noches, cuando estás en el chabolo", dice otro de los internos, "Larraina, Antoniutti [lugares éstos situados a escasos metros de la cárcel y donde todos los días se celebran verbenas], los fuegos artificiales te quitan el sueño. Todos los sanfermines sin dormir. No tejalas una rosca de juerga y encima sigues aquí dentro como si nada pasara, sin un mal vaso de vino que llevarse a la boca".

El centro municipal de urgen cías para mujeres maltratadas recibió durante los sanfermines cuatro denuncias por violación, una por intento de violación y seis por malos tratos. Una de las violaciones se produjo en la madrugada del día 11, cuando una pareja se encontraba por las proximidades de las murallas, en la parte vieja d la ciudad. Dos individuos se acercaron a ellos, y mientras uno amenazaba al joven con una navaja, el otro consumaba la violación. Posteriormente, se apoderó de uñas 3.000 pesetas de la pareja agredida. Por otra parte, el cadáver de Rafael Salinas Loperena, de 25 años, natural de Pamplona, fue hallado por unos amigos en una pensión del casco viejo. Rafael Salinas falleció, al parecer, víctima de una sobredosis de heroína, aunque según personas próximas al joven, su cuerpo presentaba golpes en la cabeza y marcas en el cuello.

'Reconstrucción' de Pamplona

Pese a estos hechos que constituyen la crónica negra de los sanfermines, las fiestas discurrieron con normalidad y ahora comienza la labor de reconstrucción de Pamplona, una ciudad que estos días aparece totalmente desierta. Los servicios de limpieza, así como los de parques y jardines del municipio, se esmeran estos días en recuperar la verdadera cara de Pamplona. Son cientos de toneladas de residuos los que hay que retirar de la calzada, si bien durante los días de fiestas el Ayuntamiento ha tratado por todos los medios de mantener las calles lo más limpias posibles. Durante las fiestas, el servicio municipal de limpieza, que se reforzó con la contratación de 50 personas en paro, llegó a recoger una media diaria de 350 toneladas de basura.

En 1984, el Ayuntamiento de Pamplona destinó 13 millones de pesetas para arreglar los destrozos causados en los jardines y parques de la ciudad. En esta ocasión será necesaria una cantidad similar para arreglar los daños causados en los parques, donde han comenzado ya a plantarse nuevas flores y a limpiar la hierba en los lugares en que aún queda. En la plaza del Castillo, centro neurálgico de la fiesta, los jardines son ahora auténticos desiertos de tierra.

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Y después de los sanfermines Pamplona se queda prácticamente vacía. Quienes sí continúan estos días en la ciudad son tres de las 10 personas heridas por asta de toro durante los encierros. Se trata del médico madrileño Domingo Melón, de Javier Estenaga y del norteamericano Jeffrey Rath, quienes se recuperan satisfactoriamente. Serán dados de alta en los próximos días. Como consecuencia de los encierros fueron atendidas 57 personas en centros hopitalarios de la ciudad, en tanto que cerca de 3.000 recibieron algún tipo de asistencia en la casa de socorro y Cruz Roja, fundamentalmente por cortes de cristales, intoxicaciones etílicas, esguinces y caídas.

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