Dimite el consejero delegado de Thames al serle desautorizada la compra de 'Dallas'
Bryan Cowgill, consejero delegado de Thames Television, una de las principales emisoras de la televisión comercial británica (ITV), dimitió el pasado viernes al ser desautorizada la compra de los derechos de difusión del telefilme norteamericano Dallas.El consejero delegado de Thames arrebató el pasado mes de enero a la televisión pública BBC los derechos sobre la serie Dallas al ofertar un precio muy superior para la próxima temporada del otoño. La BBC emite la serie Dallas desde hace siete años. Está programado para esta semana el último episodio de la temporada.
Cowgill ofertó 1.400.000 libras esterlinas (322 millones de pesetas), a un precio medio por capítulo de 55.000 libras (12.650.000 pesetas), mientras que la BBC tenía un contrato con los distribuidores, Worldvision, de 33.000 libras por episodio (7.590.000 pesetas). El distribuidor, Worldvision, anunció el pasado 17 de enero la venta de los derechos a Thames e ITV.
Cowgill se ha sentido desautorizado tanto por el presidente de Thames, Hugh Dundas, como por la corporación de la que depende la ITV, la Independent Broadcasting Authority (IBA). El ejecutivo dimisionario acusa a la IBA de ejercer "presiones inhumanas" sobre Thames para devolver a la BBC los derechos sobre Dallas y ha manifestado que con su dimisión quiere "hacer una llamada de atención sobre la inadmisible forma de actuar de la IBA".
La corporación IBA ha manifestado, por otra parte, que las negociaciones y acuerdos entre Worldvision y Cowgill, directivo que anteriormente había trabajado en la BBC, han provocado una ruptura del "pacto entre caballeros" que vinculaba a los dos cadenas en cuanto a las tarifas de precios a pagar por películas y series extranjeras. Bill Cotton, director general de la BBC, había calificado de "acto vandálico" la negociación de Cowgill con el distribuidor norteamericano.
Richard Dunl, miembro del consejo de administración de Thames, ha sido designado consejero delegado de la emisora en sustitución de Cowgill. Pero la colisión entre las dos emisoras y Worldvision deja pendiente un nuevo conflicto: el abono de la diferencia entre la cantidad que paga la BBC y la que se estipuló con Thames.
