El Gobierno francés regulará la reconversion de los despedidos por dificultades económicas
El Gobierno francés ha decidido regular directamente por ley los planes de reconversión de los trabajadores despedidos por dificultades económicas de sus empresas, ante la imposibilidad de que sindicatos y patronal llegaran a un acuerdo negociado. El consejo de ministros aprobó ayer un proyecto de ley que será sometido inmediatamente a la Asamblea Nacional, a fin de que pueda entrar en vigor el próximo mes de agosto.
El Ministerio de Trabajo hubiera preferido que los contratos de reconversión fueran producto de un acuerdo bilateral entre las partes interesadas, pero todas sus esperanzas resultaron defraudadas el pasado 24 de junio, cuando patronal y sindicatos decidieron, después de seis meses de discusiones, romper la baraja.Los representantes de las cinco centrales sindicales más importantes de Francia rechazaron unánimemente la última oferta empresarial y acusaron a la patronal de buscar intencionadamente la ruptura de las negociaciones. Según los portavoces sindicales, la propuesta era una muestra de la voluntad empresarial de impedir cualquier acuerdo social antes de que se celebren las próximas elecciones legislativas, previstas para marzo de 1986, en las que el centro derecha espera obtener la mayoría.
A la vista del fracaso de las negociaciones, el ministro de Trabajo, Michel Delabarre, decidió actuar con rapidez y reglamentar directamente los contratos de reconversión. El proyecto de ley aprobado ayer señala que dichos contratos podrán ser negociados directamente en cada empresa y que tendrán carácter voluntario. El Estado se hará cargo de un 50% del coste, a través del Fondo Nacional de Empleo que recibirá con este fin un presupuesto especial de 250 millones de francos (unos 5.000 millones de pesetas).
Tal y como exigían los representantes sindicales; los contratos de trabajo no serán anulados, sino simplemente suspendidos durante la duración del programa de reconversión. Los trabajadores que acepten abandonar su empresas durante un período que no excederá los 12 meses y asistir a cursos especiales, recibirán un salario equivalente como mínimo al 65% de su paga anterior.
Crecimiento del 1%
Los contratos de reconversión afectarán, en una primera fase, a unas 30.000 personas, según cálculos del Ministerio de Trabajo. Quiere decirse que tendrán una repercusión limitada en el índice de desempleo. Las últimas estadísticas, hechas públicas ayer por el Instituto Nacional de Estadística Económica (INSEE) indican que la Industria y la Construcción perderán antes de que finalice el año otros 160.000 puestos de trabajo.Las previsiones semestrales del INSEE, el índice de crecimiento de la economía francesa será en 1985 inferior al 1%, más de medio punto por debajo de lo que había calculado el Gobierno. Los expertos estiman que la débil reactivación se debe, sobre todo, a que este año habrá cosechas mediocres, inferiores a las que se obtuvieron en 1984. Además, la dureza del invierno pasado, el más frío desde hace 20 años, hizo que hubiera que importar cantidades extra de petróleo, precisamente cuando el dólar se encontraba en su momento más fuerte, por encima de los 10 francos. La moneda norteamericana ha bajado desde entonces considerablemente.
Los datos del INSEE indican que el desempleo seguirá creciendo, pero que el poder adquisitivo de los franceses, ligeramente en retroceso desde hace dos años, se recuperará en el segundo semestre de este año, gracias sobre todo a la reducción de las cantidades retenidas por el fisco, medida ya aprobada por el Ministerio de Economía.
La inflación, dominio en el que el Gobierno socialista, en el poder desde 1981, ha obtenido sus mejores resultados, se situará a fines de este año en un 5,5%, es decir medio punto más de lo previsto por el primer ministro Laurent Fabius.
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