El equipo de José María Loizaga se hace cargo de la gerencia de Huarte y Compañía
Faustino Fernández ha sido nombrado nuevo consejero delegado de la constructora Huarte y Compañía, SA, puesto del que había dimitido Enrique Romero el pasado 16 de mayo, lo que supuso la salida al exterior de la aguda crisis por la que estaba atravesando la compañía, una de las tradicionales grandes del sector de la construcción en España. Faustino Fernández es un hombre del equipo de José María Loizaga, ex consejero delegado del Banco Urquijo-Unión, de quien se habló de forma insistente en semanas pasadas como futuro nuevo presidente de Huarte.Loizaga no se va a Huarte, pero tampoco le da la espalda, ya que ha firmado con la constructora un contrato de asistencia referido básicamente a la definición del plan de reestructuración de la firma a largo plazo. Loizaga trabajará así como consulting externo, en estrecho contacto con Faustino Fernández, quien ya colaboró con Loizaga en la firma de ascensores Otis en Italia.
Loizaga no ha podido aceptar la presidencia de la firma, que le fue ofrecida por el actual presidente, Jesús Huarte, por falta material de tiempo, aunque estará ligado a la empresa por el citado contrato de servicios. Faustino Fernández, que ha firmado un contrato de seis años, fue director general de Otis en Italia, habiendo desempeñado el mismo cargo hasta 1979 en Ibercobre. Últimamente era presidente de Fibrotubo, del grupo de empresas Urquijo-Unión.
Plan financiero
Por otra parte, el pool de acreedores bancarios (13 instituciones) firmará el lunes, día 8, el acuerdo para la reestructuración de la deuda bancaria de la constructora. Este acuerdo lleva implícita la formulación, por parte de la nueva gerencia de Huarte, de un plan industrial sobre su futuro a medio y largo plazo, que deberá ser sometido a la aprobación de los acreedores antes de final de año.El acuerdo de la banca, sin embargo, supone un importante respiro dado a la constructora para que trabaje estos meses en la definición de su futuro sin ahogos de tesorería. Las cifras de este plan han sufrido algunas modificaciones (véase EL PAIS del viernes 21 de junio). Así, la deuda se divide en tres tramos. Uno de 1.150 millones de pesetas, que se amortizará trimestralmente en cinco años a partir de abril de 1986, y que devengará intereses desde el simbólico 1% del primer año hasta el 12% del sexto. Otro de 3.250 millones, que se amortizará a 60, 66 y 72 meses, con intereses que van del 2% los tres primeros años al 8% el sexto; y un tercero de 2.099 millones, que será amortizado mediante un programa de venta de activos que Huarte llevará a cabo este año por importe aproximado de 4.500 millones.
Los casi 2.500 millones restantes de esta enajenación entrarán a reforzar la tesorería de la sociedad. Además, los bancos mantienen abierta la línea de crédito de 1.003 millones, puesta en marcha el 31 de octubre de 1984.
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