La alianza Aspar-Nieto fracasa en su intento de desbancar al suizo Stefan Dorflinger
El suizo Stefan Dorflinger (Krauser) reforzó ayer su liderato al frente de la clasificación provisional del Campeonato del Mundo de velocidad de 80cc después de que el equipo español fallara en su primer intento de complicarle el campeonato en el Gran Premio de Holanda, que se disputó ayer en Assen. El austriaco Gerd Kafka (Seel) se proclamó vencedor de la prueba, seguido de Dorflinger -que llegó incluso a caerse en la última curva de la última vuelta- y de Jorge Martínez, Aspar. Ángel Nieto, que regresaba a la pequeña cilindrada después de siete años sin correr en ella, abandonó en la segunda vuelta. El italiano Pierpaolo Bianchi (MBA) se adjudicó el triunfo en 125cc, mientras el norteamericano Freddie Spencer logró su cuarto triunfo consecutivo en la categoría de 250cc. Su compatriota y compañero de equipo en Honda, Randy Mamola, venció en 500 cc, donde tanto Spencer como Eddie Lawson sufrieron importantes caídas.
ENVIADO ESPECIAL
"Se ve que la moto se ha parado dos veces y luego se ha parado él", comentaba lacónicamente Paco Tombas, encargado de los motores en Derbi, al hacer referencia al abandono de Ángel Nieto cuando tan sólo se llevaban disputadas dos vueltas de las 12 que componían la carrera. El 13 veces campeón del mundo se limitó a decir que "le ha debido entrar agua en el carburador y se ha parado dos veces en puntos claves y en momentos decisivos". Lo cierto es que Nieto llegó en marcha a su taller. A Derbi le quedan ahora dos carreras para restarle 12 puntos a Dorflinger, misión casi imposible, sobre todo si se tiene en cuenta que ayer ni ganó Aspar -cosa imprescindible para aspirar al título- ni Nieto taponó al piloto suizo, que corrió con tal comodidad que, gracias al minuto de ventaja que le sacaba a Aspar' pudo levantarse del suelo y entrar en segunda posición en la meta, después de caerse en la última curva de la última vuelta.Kafka salió disparado al tomar la salida y, pese a que Dorflinger le inquietó a partir de la sexta vuelta, lo cierto es que venció con autoridad. El suizo se limitó a adquirir ventaja sobre Aspar, máxime después de conocer el abandono de Nieto. "He tenidos muchos problemas con la suspensión", comentó Aspar para justificar esa diferencia con Dorflinger, que al final sería de medio minuto. Quedan Francia (21 de julio) y San Marino (I de septiembre). Aunque gane Aspar, Dorflinger sería campeón con un segundo lugar y un cuarto. Demasiado fácil para un hombre que ha puntuado en todas las carrers que se llevan disputadas.
Exhibición de Spencer
El chirimiri que caía mientras corrían las tacitas de café desapareció cuando salieron las motos de 250 cc, aunque la pista seguía estando semimojada. La carrera fue una nueva exhibición del norteamericano Freddie Spencer (Honda), que consiguió su cuarta victoria consecutiva, después de superar al alemán occidental Anton Mang (Honda), que encabezó la prueba durante las primeras cuatro vueltas. El venezolano Carlos Lavado (Yamaha), otro de sus grandes rivales, se cayó, al igual que les sucedió a Juan Garriga -en la vuelta de reconocimiento-, Carlos Cardús -su quinta caída en siete grades premios- y Toni García, que jugó la baza de montar neumáticos de seco "por si se secaba el circuito y les daba la sorpresa". Luis Miguel Reyes (Cobas) terminó en 21 posición.La prueba de 125 cc sirvió para que Pierpaolo Bianchi (MBA) casi ridiculizara a las dos Garelli oficiales de los también italianos Sergio Gianola y Fausto Gresini, segundo y tercero respectivamente. Gianola y Gresini dominaron la carrera hasta su mitad, aprovechándose de una deficiente salida de Bianchi, que fue recuperando posiciones a lo Ángel Nieto hasta mantenerse en cabeza.
Al acabar la prueba de 125, Assen sufrió uno de sus habituales diluvios. El agua es sinónimo de caídas y en la carrera de 500 ce llegaron a abandonar por caída cerca de 20 pilotos. El primero fue el español Sito Pons (Suzuki), poco amante de los circuitos mojados, que fue a parar con sus huesos al suelo nada más darse la salida. Los segundos, el norteamericano Freddie Spencer (Honda) y el francés Christian Sarron (Yamaha), 500 metros más allá. Spencer y Sarron se enfrascaron en una dura discusión al llegar a sus talleres que no llegó a las manos por verdadero milagro.
Randy Mamola (Honda) y el británico Ron Haslam (Honda) coparon la cabeza y el norteamericano y actual campeón del mundo Eddie Lawson (Yamaha) no pareció tener bastante con los 10 puntos que se otorgan al tercero y, al intentar cazar a las dos Honda, acabó por los suelos de forma muy espectacular. Curiosamente, la televisión holandesa y la firma Rothmans, patrocinadora de Honda, consiguieron que Mamola corriera con una telecámara incorporada. Presumiblemente era para transmitir en directo el triunfo de su compatriota y compañero Freddie Spencer. Pues bien, ganó el de la cámara y los telespectadores de todo el mundo sólo pudieron ver corredores doblados.
A todo este emocionante espectáculo asistieron 130.000 personas, que dejaron en taquilla 300 millones de pesetas. Como el coste del gran premio no superaba los 60 millones, el beneficio para los organizadores es impresionante: 240 millones de pesetas. Un negocio redondo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.