Ya

Este es un día histórico. Se celebra el acto solemne de nuestra integración en Europa, que va a firmarse hoy bajo la presidencia del Rey de España. Es el final de un ciclo histórico, de un largo período de aislamiento. Las consecuencias van a ser tan profundas que se las minimiza cuando se contemplan sólo los aspectos económicos. Con ser éstos fundamentales, todas las manifestaciones de la vida nacional, desde la política hasta la cultura, van a sentirse sacudidas; hasta nuestro modo de vivir. ( ... )Nada va a ser igual a partir de ahora. Para nosotros, pero también para la CEE. Por encima de la naturaleza política de los Gobiernos y de las coyunturas interiores españolas, nuestras instituciones, nuestros modos de vida, van a ser fuertemente influenciados por los hábitos y comportamientos europeos. Nuestros partidos tenderán inexorablemente a secundar las grandes tendencias europeas. Los aires de la competencia plantearán un continuo reto a nuestros hombres de empresa. Ni la cultura ni la ciencia y la técnica quedarán exentas de una interdependencia creciente, y nuestro destino como nación soberana, que no puede renunciar a su vocación hispanoamericana, tendrá que realizarse en el marco de una Europa que tampoco se com