El 'monje' Lendl contra el fiel Wilander en la final de hoy
El checoslovaco Ivan Lendl y el sueco Mats Wilander entrarán esta tarde, a las 15.15 (TVE-2), en la pista central de Roland Garros para disputar la final del primer torneo del Grand Slam de 1985. Lendl ocupa todo su tiempo en lograr ser el mejor. Wilander ya no está dispuesto a hipotecar su vida por eso. Es la lucha del monje contra el muchacho fiel a su amigos del pueblo.Ivan Lendl (25 años), que es favorito esta tarde en la defensa de su título, es un fiel ejemplo de que la letra, con sangre entra. Su padre, Ivan, aventajado ajedrecista y primer tenista de su país, además de abogado en la vida profesional, es un hombre de carácter fuerte y dominante.
Su madre, Olga Lendlova, era la tercera mejor jugadora de Checoslovaquia. El pequeño Ivan aprendió los secretos del tenis a lo bruto. Olga, que no creía en guarderías, le llevaba consigo a los entrenamientos diarios, y le ataba al poste de la red para que no escapara. La raqueta fue el primer signo de libertad de un niño introvertido a la fuerza.
Lendl, al principio, sólo quería ganar a su padre (lo logró a los 10 años) y a su madre (lo consiguió a los 12). Llevó una vida recogida y pacífica, donde Ivan llegó a considerar la posibilidad de entrar en un seminario de su Iglesia, la ortodoxa.
A Ivan le ha quedado cara de cura, de eso no hay duda. Pero como Martina Navratilova, Ivan transformó su forma de pensar cuando conoció el mundo del dólar. En 1980, en su primer torneo en Barcelona, Lendl dijo estar satisfecho con el régimen político de su país. Incluso se insinuaba que era miembro de las juventudes comunistas. Hoy, la programación de sus torneos se basa exclusivamente en los premios.
En un año ha tomado decisiones importantes. La primera, despedir a su entrenador, el polaco Fibak, que le enseñó a amar la cultura, para contratar al australiano Tony Roche, zurdo como McEnroe. La segunda, adoptar el mismo régimen alimenticio de Navratilova, la dieta comer para ganar del doctor Haas. Tras unos análisis, Haas le prohibió comer carne y grasas y le recomendó una dieta a base de patata, arroz y pastas.
Mats Wilander (20 años de edad) no tuvo una infancia triste. No es hijo único y se inició en el tenis para divertirse junto a sus amigos. Wilander fue un niño prodigio en un momento dificil. En 1981 se retiró del tenis Bjorn Borg, el mejor jugador de la historia de Suecia, y un año después, Mats ganaba Roland Garros a los 17 años.
Tres años después, muchas cosas han cambiado para Wilander. Siguió de cerca y aprendió los errores de su hermano mayor Borg. Y decidió no caer en ellos. Wilander, a diferencia de Borg, está siempre acompañado de sus amigos, todos ellos jugadores de primera fila: Nystroem, Gunnarsson y Hans Simonsson. Con ellos cena, con ellos escucha música y con ellos discute sobre tenis, golf o coches, sus tres pasiones. Wilander conduce un Porsche 927 rojo, toca la guitarra para relajarse, como McEnroe, y se escapa de los entrenamientos para jugar al golf. "Ya no estoy dispuesto a entrenarme ocho horas diarias para llegar a ser el número uno", es su frase preferida en los últimos meses. Borg casi se volvió loco por ello y abandonó el tenis a los 26 años.
Wilander, a diferencia de Borg, mantiene sus fidelidades. Sigue con su novia de siempre, Annete, y no ha abandonado a sus amigos de Voxjo, su pueblo natal. Vive en Montecarlo para eludir los impuestos suecos, pero es más popular en su país de lo que fue Borg. "Mats es una persona fiel, amable y simpática", explicó a este diario un periodista sueco. "En Suecia se le adora como tenista, pero también como persona...",
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