Emigrantes olvidados
Venimos observando los emigrantes a través del prisma de nuestra nostalgia que la España con la que en todo momento nos identificamos, nuestros organismos la alejan por su olvido crónico, sin meditar que nuestro país también nos necesita, tanto como a nuestras divisas; ya en anieriorers Administraciones, la invidencia de una política deshonesta de emigración nos cerraba el sueño del retorno, ¿y qué nos queda hoy ante la miopía actual? Hasta ahora, y desde siempre, se menospreció al emigrante aprovechando su orfandad cultural y su falta de organización; pero hoy ese triste trauma está siendo superado y somos conscientes de nuestra fuerza, la fuerza de cerca de tres millones de españoles, los cuales generamos un cúmulo de valores económicos, sociales y culturales que no dudaremos en usarlos en defensa de nuestros intereses. Es tiempo que se mediten con seriedad sobre nuestros problemas y se apresuren a darnos soluciones.Cuando tratamos de analizar nuestra situación, preguntar y, a su vez, informar, se corre el riesgo de que la buena voluntad que nos asiste, y que nos asistirá en todas las alternativas que tomemos en defensa de nuestros intereses, sea mal interpretada y peor juzgada por algunos sectores de nuestros organismos, los cuales están demostrando una verdadera inoperancia para dar solución a los problemas que encierra la emigración hasta el ciclo final que es el retorno; para el retornado, avanzamos tres peticiones básicas: 1. Protección laboral, y que se protejan sus iniciativas personales o de régimen cooperativo. 2. Protección sanitaria para toda la familia. 3. Incluirle en sus
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