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El Hispano no anunciará un dividendo a cuenta en la próxima junta de accionistas

El presidente del Banco Hispano Americano, Claudio Boada, no anunciará en la próxima junta general de accionistas, que se celebrará a finales del presente mes, el reparto de un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio actual, a pesar de que se haya cerrado la venta del ediricio del complejo Azca, de Madrid, y de las plusvalías obtenidas por la enajenación de la participación en el Banco Herrero.

Los accionistas del Banco Hispano Americano, que en los primeros días del pasado mes de diciembre supieron que la entidad no repartiría dividendo con cargo a los resultados de 1984 dada la mala evolución del Banco Urquijo-Unión, filial del Hispano, y de las escasas dotaciones para morosos y fallidos que había realizado el propio Banco Hispano Americano en los años anteriores, no oirán del presidente de la entidad otra cosa que su deseo de volver a repartir un dividendo en el menor tiempo posible, en función de la cuenta de resultados y siempre que se cumplan las condiciones mínimas que la legislación y el Banco de España exigen.En cualquier caso, y dado que en los últimos años se había dejado de repartir un dividendo a cuenta en junio -dejándolo para diciembre, y el complementario, para el momento de la celebración de la junta de accionistas-, el consejo de administración no tomará decisión alguna y la pospondrá hasta que se conozca mejor la evolución del ejercicio.

Ello a pesar de que se cierre, como se quiere hacer, la venta de la torre en el complejo de Azca, en Madrid, que iba a ser la sede social de la entidad, antes de la celebración de la junta general de accionistas y de la venta de la participación que el Hispano Americano tenía en el Banco Herrero, que ascendía al 19% del capital de esta entidad.

En medios del Banco Hispano Americano se señala que estas dos operaciones van a producir unos beneficios extraordinarios importantes que le vienen muy bien al banco. Pero en ningún caso estos beneficios extraordinarios justificarían el pago de un dividendo, a poco más de seis meses de que se anunciara que no se podía retribuir al accionista y algo menos de tiempo después de que el Banco de España, el Fondo de Garantía de Depósitos y el resto de los grandes bancos nacionales aportaran fondos, por valor de 50.000 millones de pesetas, para el reflotamiento del Urquijo-Unión, además de los 10.000 que tuvo que poner el Hispano.

No serán los resultados extraordinarios, obtenidos por la venta de participaciones accionariales o por la enajenación de ínmuebles, los que expliquen y justifiquen un posible dividendo para retribuir a los accionistas. Es la cuenta de resultados, antes de estos conceptos, sobre todo en una institución como el Banco Hispano Americano, cuya rentabilidad financiera ha sido muy baja en los últimos ejercicios, la que permitirá volver a retribuir a los accionistas.

Asociación de accionistas

La asociación de defensa del accionista del Banco Hispano Americano, creada a raíz de la toma de decisión de no repartir dividendo, estará representada en la junta general de accionistas y exigirá garantías para la percepción de dividendos con cargo a los resultados de este año. La asociación, que considera que hasta ahora los accionistas delegaban todos los poderes en el consejo de administración de la entidad a cambio de recibir un dividendo, entiende que no puede seguir así y que se debe recuperar el poder hasta ahora delegado.

El asesor legal de la asociacíón de defensa del accionista, Emiliano Escolar, señaló que, en cualquier caso, la decisión de no distribuir dividendos que adoptó el consejo de administración debe someterse al voto de la junta general. Otro de los aspectos que la asociación solicitará es mayor información sobre la operación de reflotamiento del Urquijo-Unión.

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