Anne Morrow Lindbergh,
viuda del que realizó el primer vuelo transatlántico en solitario, Charles A. Lindbergh, vivió un emocionante momento el pasado sábado al inaugurar en Saint Paul (Minnesota, EE UU) una estatua del escultor Paul Granlund que representa a Lindbergh cuando era niño y como piloto de la gesta que ahora cumple el 58º aniversario. Lindbergh ocupó las primeras páginas de los periódicos no sólo por su aventura aérea, sino por haber sufrido en marzo de 1932 el secuestro y asesinato de su hijo.
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