España y Portugal deciden impulsar su desarrollo conjunto ante el ingreso en la CEE

ENVIADO ESPECIAL Los jefes de Gobierno de España y Portugal decidieron ayer impulsar el proceso de integración de ambos países, ante su inminente ingreso en el Mercado Común. Felipe González y Mario Soares, acompañados por sus ministros de Economía y Agricultura, Miguel Boyer y Carlos Romero, por parte española, y Hernani Lopes y Alvaro Barreto, por la portuguesa, celebraron una nueva reunión conjunta -primera tras el acuerdo con Bruselas- en la localidad cacereña de Alcántara, lindante con la frontera de Portugal.El presidente español, que al igual que su colega luso llegó a este pueblo extremeño en helicóptero, confirmó en una conferencia de prensa, tras seis horas de conversaciones, que este tipo de encuentros se va a repetir con mucha frecuencia en el futuro, "encuentros imprescindibles, marcados por la propia dinámica que va a imponer la CEE". Ambos primeros ministros expresaron la dificultad que va a suponer la integración económica, as¡ como la necesidad de desarrollar los diferentes aspectos en los que ambos países puedan colaborar recíprocamente.

Los dos mandatarios calificaron como "útil, ventajoso y fecundo" el acuerdo alcanzado el pasado 30 de abril y que regulará las relaciones hispano-portuguesás durante el período transitorio hasta el pleno ingreso en el Mercado Común. No obstante, el presidente español mostró su preocupación por la situación en que ha quedado el sector pesquero. "Estoy convencido", afirmó González, "que los dos países conjuntamente podemos contribuir de una forma muy válida a la CEE, as¡ como a otras zonas de África o de Latinoamérica".

Ante los temores expuestos en la conferencia de prensa de que la diferencia en el desarrollo de ambos países pueda ser una losa demasiado pesada para Portugal, Felipe González declaró que los dos países comparten un mismo espacio y un mismo pasado histórico. "Todo lo que afecte a España va a repercutir en Portugal y viceversa. De ahí que vayamos a intentar que nuestros procesos de desarrollo sean semejantes".

Si bien el primer ministro portugués declaró que las relaciones entre ambos países son y han sido fraternales, el presidente español reconoció que la frontera entre España y Portugal ha sido con demasiada frecuencia una zona de verdadera separación entre ambos países. "A partir de ahora pretendo que esta zona sirva de punto de encuentro, de contacto y de comunicación entre las dos partes".

Las conversaciones mantenidas ayer se celebraron a tres bandas -Felipe González y Mario Soares, por un lado, y los respectivos titulares de Economía y Agricultura, por otro-, en el convento de San Benito, una construcción de estilo gótico renacentista del siglo XVI, habilitada recientemente para congresos.

Entre las decisiones maduradas ayer se encuentra la inminente firma de un acuerdo de principio para mejorar las zonas fronterizas. En el apartado agrícola se van a potenciar unas comisiones técnicas para erradicar la peste porcina, y se van a intercambiar técnicos para desarrollar todas las cuestiones forestales y de conservación de la naturaleza. Según el ministro de Agricultura español, Carlos Romero, se ha conseguido duplicar, y en algunos casos triplicar, los intercambios agrarios en los dos últimos años. Por su parte, Miguel Boyer, ministro de Economía, subrayó el interés conjunto por potenciar empresas mixtas, y destacó las posibilidades que puede ofrecer la liberalización del mercado financiero portugués para entidades españolas.

Ayer por la noche se celebró una cena de las dos delegaciones y hoy por la mañana visitarán algunas explotaciones agrícolas de la ribera del Jerte.