Mayor presencia de emisiones públicas en las carteras de bancos, cajas y particulares
"Con un déficit público que entre 1985 y 1988 se mantendrá probablemente entre los 1.300.000 y los 1.500.000 millones de pesetas, el Tesoro no sólo se verá obligado a monetizar una parte en el banco emisor, sino que deberá recurrir también a mantener y reforzar su monetización en las carteras de bancos y cajas de ahorro y a intentar, cada vez más, colocar cantidades crecientes de deuda en las carteras de los particulares, dotando a los activos públicos de una rentabilidad suficiente y de una elevada liquidez", señala Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera, en el prólogo a Las interferencias de las emisiones públicas en los mercados monetarios y de capitales.La obra, de la que son autores María Teresa Atienza, subdirectora general del Tesoro, y José Luis Campos, director general de Iberdealer, y que ha sido publicada recientemente por el servicio de estudios de la Bolsa de Madrid, analiza el efecto expusión producido por las emisiones públicas sobre las de otros emisores privados, tanto en los mercados de dinero como en los financieros.
Los autores señalan que para encontrar un equilibrio sería necesario un severo y selectivo racionamiento de la oferta de fondos del no mercado (todo aquel sector que asigna los recursos sin unos criterios absolutos de solvencia), mejorar los indicadores de racionamiento del crédito y mejorar la situación financiera de las empresas (flujos de tesorería y del crédito comercial interempresas). Al mismo tiempo recomiendan una adecuada promoción de las emisiones públicas para su colocación en el mercado con ayuda de la publicidad y desarrollando una red de puntos de venta.
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