ETAm niega haber asesinado al primo del obispo de Bilbao
ETA Militar negó ayer haber asesinado el pasado viernes al taxista de Bermeo Juan José Uriarte, primo del obispo de Bilbao, y asumió en cambio la responsabilidad de la colocación, en las inmediaciones del estadio de Mendizorroza, en Vitoria, de un coche bomba que contenía unos 25 kilos de Goma 2 y otros 100 de metralla, y que fue desactivado por la policía. El ministro del Interior, José Barrionuevo, dijo ayer en los pasillos del Senado que no tiene dudas sobre la autoría de ETAm en el asesinato del taxista.
Un comunicante que dijo hablar como portavoz de la organización terrorista afirmó, según la versión ofrecida ayer por el diario Egin, que "en el caso Uriarte, ETA aclara al pueblo vasco que no tiene nada que ver, al tiempo que atribuye la autoría a servicios paralelos de la Guardia Civil".El detalle, desde luego no habitual en los atentados de ETA Militar, de que una de las tres llamadas mediante las que los autores comunicaron el lugar donde se encontraba el cadáver del taxista, fuera dirigida al servicio policial del 091, dio pie a especulaciones sobre la posibilidad de que, en efecto, no se tratase en esta ocasión de una acción atribuíble a la organización terrorista vasca.
Sin embargo, fuentes relacionadas con la investigación recordaron ayer que no es la primera vez que ETA, a la vista de la reacción popular suscitada por una determinada acción, como fue en su día el atentado contra la cafetería Rolando, en la calle del Correo de Madrid, niega su participación -luego probada- atribuyéndola a las fuerzas de seguridad del Estado.
También con ocasión del atentado que, en junio de 1982, mutiló gravemente en Rentería al niño de nueve años Alberto Muñagorri, ETA, que inicialmente había reivindicado la colocación de la bomba, se desdijo posteriormente, tras la fuerte reacción popular producida, y negó toda participación en el hecho.
Las mismas fuentes indicaron que, sin por ello descartar ninguna hipótesis alternativa, la investigación se orienta preferentemente en dirección a un comando de ETA compuesto por tres hombres y una mujer.
"Causas externas"
También se sospecha que este comando participó en el atentado que el 29 de abril último segó la vida, en Galdácano (Vizcaya), del analista químico Ildefonso García Vadillo, así como en la colocación, en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Llodio (Álava) de un coche-bomba que, activado por control remoto desde el domicilio de un vecino, previamente retenido a punta de pistola, estalló en la madrugada del pasado día 2 de mayo.Testigos presenciales declararon haber visto a tres hombres jóvenes y una mujer solicitar los servicios del taxista de Bermeo poco antes de que se produjera su asesinato, por lo que se sospecha pueda tratarse del mismo comando.
Respecto al coche-bomba descubierto el domingo en las inmediaciones del polideportivo de Mendizorroza el comunicado reproducido ayer en el diario vasco Egin, precisa que, según ETA Militar, la acción iba dirigida contra los agentes de la Policía Nacional que acostumbran a estacionar sus vehículos cerca de las taquillas del estadio del Alavés.
ETA asegura también: "Por causas externas, la acción no pudo realizarse e inmediatamente nuestro comando dio aviso a la Cruz Roja". Cuando dicha llamada se recibió, efectivamente, en la Cruz Roja, poco antes de las seis de la tarde del domingo, los artificieros de la Policía Nacional, que habían acordonado la zona circundante a partir de las tres de la tarde, habían desactivado ya la bomba, después de tres horas de trabajo.
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