Las autoridades de Pekín, preocupadas por los 'forofos'
REUTER, Las autoridades de la ciudad de Pekín decidieron aplicar severos castigos a los que participaron en los incidentes tras el partido de fútbol China-Hong Kong, que supuso la derrota del equipo chino y su eliminación para el Mundial 86, que se disputará en México.
La policía, a la que también se culpa de su pasividad, detuvo a 300 forofos que bloquearon calles, tiraron piedras y volcaron coches que llevaban matrícula extranjera. De sus ataques tampoco se libraron 10 extranjeros, entre ellos un diplomático canadiense, un niño y corresponsales de prensa y fotógrafos. Los incidentes comenzaron dentro del estadio, cuando los hinchas lanzaron botellas de cerveza sobre el terreno e insultaron a los jugadores visitantes.
La prensa local señaló que estos sucesos "dañan la imagen de pueblo chino. Estas cosas no pueden ser admitidas bajo ningún concepto en la capital". Los insultos a los extranjeros recordaron los años de la revolución cultural con Mao Zedong.
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