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La ejecutiva de UGT no forzará a sus militantes parlamentarios para que voten contra la ley de pensiones

La comisión ejecutiva confederal de la UGT no forzará a sus militantes parlamentarios para que voten en contra o se abstengan en la aprobación del proyecto de ley sobre reforma de pensiones, a pesar de que sectores de la central creen que su vinculación sindical debe llevarles a seguir a Nicolás Redondo en su negativa a votar favorablemente el proyecto del Gobierno. Hasta el momento, sólo tres o cuatro parlamentarios se han pronunciado al respecto, mientras en el seno de la UGT se registró ayer un cierto disgusto ante las escasas críticas a la reforma registradas en la reunión del Grupo Socialista.

La comisión ejecutiva de UGT dejará en libertad a sus militantes parlamentarios en la votación del proyecto de ley de reforma de pensiones que será debatido el próximo día 28 en el Pleno del Congreso. El propio Nicolás Redondo ha reiterado que se trata de una opción personal y que cada uno debe actuar según su conciencia. Sin embargo, en el seno de la organización existe un fuerte debate sobre si en ocasiones como ésta la organización no está facultada para exigir a sus militantes la obediencia a los criterios del sindicato por encima de los del partido.Para algunos sectores, en el caso de los senadores ugetistas la opción ofrece pocas dudas, "si se tiene en cuenta que ocupan su escaño por ser los máximos dirigentes sindicales en sus demarcaciones. Si la ejecutiva no les exige disciplina", señaló ayer un destacado dirigente, "sus propias organizaciones deben hacerlo".

Los resultados de la reunión que en la noche del jueves celebró el Grupo Socialista del Congreso y del Senado, han causado una cierta decepción en el seno de UGT. En el sindicato se esperaba que algunos parlamentarios hubieran expresado con más calor su rechazo a la reforma y que alguno, incluso, hubiera ya anunciado su intención de seguir los criterios de la central socialista.

Tal como lo expresaba ayer un portavoz de la ejecutiva de UGT, se plantea en estos momentos "la fidelidad al sindicato o al partido". Manuel Chaves, que une a su condición de miembro, de la ejecutiva de UGT, su pertenencia al mismo órgano de dirección del PSOE, señalaba tras la reunión de los parlamentarios socialistas, que "nadie espere una confrontación del PSOE y el Gobierno con UGT". Aunque después aclaraba que otra cosa era que la confrontación se diera desde el sindicato.

Un malentendido

Ayer se reunió la comisión ejecutiva del PSOE precisamente para analizar, entre otras cosas, "el malentendido" existente entre la central y el partido. El responsable de información del PSOE, Pedro Bofill afirmó que hay "preocupación por las relaciones entre ambas organizaciones, aunque confiamos en que se produzca un acercamiento". Bofill añadió que la ejecutiva había informado sobre la reunión de los parlamentarios socialistas pero que no había comentado ni las movilizaciones convocadas por UGT ni la posibilidad de que se rompiera la disciplina de voto.La ejecutiva socialista distribuyó ayer un comunicado a todas las federaciones y uniones de UGT en la que confirma "la dimisión irrevocable de José Luis Corcuera, secretario de acción sindical por sus discrepancias con las orientaciones generales de la organización". El comunicado, tras lamentar "la dimisión del compañero Corcuera, que siempre ha sabido estar a la altura de las circunstancias, recuerda que "los 100 años de lucha de la historia de la UGT están repletos de compañeros abnegados, pero siempre la organización trascendió a las personas".

Mientras tanto, prosiguen las reacciones contra la reforma por parte de partidos y sindicatos. El secretariado de CC OO de Cataluña acordó ayer proponer a UGT que las manifestaciones del 4 de junio, anunciadas por esta última central, se celebren unitariamente, así como la jornada de huelga general en contra de la reforma de las pensiones.

USO y la CNT decidieron ayer sumarse a la convocatoria de huelga de CC OO. USO celebrará un nuevo encuentro con Comisiones para fijar la fecha de la jornada y califica de "folklórica" la decisión de UGT de realizar manifestaciones el próximo día 4, aunque las da por buenas como preparación de la "jornada unitaria de movilizaciones".

Descalificación global

Por su parte, según informa Carlos Funcia, el secretario general de la Seguridad Social, Luis García de Blas, dijo ayer en Sevilla que el proyecto gubernamental no se puede discutir "con descalificaciones globales, sino con información". También aseguró que la nueva ley pretendía "mantener el sistema público de protección social. La idea de que se recortan pensiones", dijo, "falsea la realidad y hace demagogia".También Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la CEOE, se pronunció en Murcia sobre las medidas del Gobierno, según informa Mayte Contreras. Jiménez Aguilar dijo que "el AES se ha incumplido por parte del Gobierno", lo que ha provocado que la patronal esté "en una posición parecida a UGT, aunque por planteamientos distintos. Si centrales y patronal estamos de acuerdo, quizás deba plantearse el Gobierno si es él quien se está equivocando".

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