El Gobierno británico investigará la seguridad en los campos

El Gobierno británico ha ordenado que se organice una comision judicial de encuesta, presidida por un juez del Tribunal Supremo de Escocia, para investigar la seguridad en los campos de fútbol tras la tragedia ocurrida el pasado sábado, en la que por lo menos 53 personas perdieron la vida como consecuencia de un incendio que arrasó la tribuna principal del estadio del Bradford City, de la Tercera División inglesa. Precisamente, en julio pasado este club había sido advertido en un escrito del ingeniero en jefe municipal del "nivel de riesgo inaceptable" que constituían sus construcciones de madera, según informa France Presse.El anuncio fue hecho ayer en la Cámara de los Comunes por el ministro del Interior, Leon Brittan, quien, después de afirmar que "toda la nación estaba horrorizada y estremecida" por el siniestro, manifestó que las medidas de seguridad encomendadas a los clubes de la Primera División y la Segunda serán igualmente aplicadas a partir de este momento a los de la Tercera y la Cuarta.

Brittan no pudo informar a la Cámara sobre los motivos que produjeron el pavoroso incendio. "Las causas no han sido establecidas todavía", dijo, para añadir que la policía, los bomberos y un equipo de patólogos y forenses estaban trabajando todavía entre las cenizas para determinarlas. Igualmente, un portavoz de la policía de Yorkshire occidental, el condado del norte del Reino Unido donde se halla situada la ciudad de Bradford, admitió que varias bombas de humo habían sido lanzadas por gamberros poco antes del comienzo del incendio. El lanzamiento de bombas de humo en latas de cerveza vacías es una de las diversiones que los gamberros británicos practican durante los partidos.

Brittan anunció que la comisión de encuesta realizará una investigación inmediata sobre el siniestro de Bradford y un incidente registrado también el sábado durante la celebración del partido entre el Birmingham y el Leeds, en el que un muchacho de 15 años perdió la vida al derribar un grupo de gamberros un trozo de pared del campo después de una pelea entre partidarios de ambos equipos.

La declaración de Brittan produjo una reacción inmediata en las filas de la oposición laborista por boca del ministro del Interior en la sombra, Gerald Kaufman, quien manifestó que "no podía dar crédito al hecho de que el Gobierno equiparase las dos tragedias".

La decisión de Brittan de obligar a los clubes de la Tercera División y la Cuarta a cumplir con las mismas medidas de seguridad que se aplican en'los campos con capacidad para más de 10.000 espectadores de la Primera y la Segunda ha puesto sobre el tapete la cuestión de quién pagará la factura de las mejoras. Portavoces de la Liga inglesa han manifestado que se necesitarán unos 20 millones de libras (alrededor de 4.000 millones de pesetas) para que los clubes de la Tercera División y la Cuarta puedan adecuar sus instalaciones al llamado código verde que regula las actividades de los equipos de las dos divisiones de honor. "Es evidente", ha manifestado un portavoz de la federación" "que los clubes no tienen ese dinero y que, si se les quiere obligar a cerrar, no hay más que pedirles que apliquen el código verde". La solución para los expertos sería que parte del dinero de las quinielas revirtiera en mayor medida que ahora en los clubes modestos. Kaufman ha manifestado que el Gobierno, en materia de impuestos, trata de mucha peor forma al fútbol que a las carreras de caballos.

Entre tanto, el número de víctimas ha ascendido a 53 al fallecer en la mañana de ayer un hombre de 73 años. El número de personas de cuyo paradero no se puede dar cuenta, quizá porque sus restos están carbonizados, es de cuatro. Hasta ahora sólo ha sido posible la identificación de tres cadáveres.