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Televisión, imágenes del mundo/1

'Dallas' y 'Dinastía' siguen siendo los programas televisivos de mayor audiencia en Estados Unidos

Francisco G. Basterra

Todo esta inventado incluso en Estados Unidos. A pesar del multimillonario esfuerzo en dólares realizado por las poderosas cadenas de televisión norteamericanas para imaginar y producir novedades, Dallas y Dinastía continúan siendo los programas de más audiencia en este país. Las desventuras del amoral clan que habita el rancho Southfork ocuparon la última semana de febrero, por ejemplo, el primer puesto en la lista de audiencia, elaborada sobre los 84,9 millones de hogares norteamericanos en que se ve habitualmente televisión. La semana siguiente Dallas cedió el puesto de preeminencia a Dinastía, otra serie que cautiva al americano medio y que es lo más parecido a la caricatura de la imagen degenerada de la sociedad capitalista que describe en su propaganda la URSS.Sin embargo, también hay sitio en la programacion para la calidad, aunque no tenga un reflejo adecuado en los índices de audiencia, únicos jueces que deciden el éxito o el fracaso de un programa y la caída o el ascenso fulminantes de un presentador o de un ejecutivo. Los informativos, diarios y semanales, son muy estimables.

Acontecimientos exteriores

En contra de lo que se cree generalmente, las cadenas de EE UU ofrecen una visión relativamente amplia de los principales acontecimientos del mundo exterior a través de estos programas; lo que ocurre es que la inmensa mayoría de los ciudadanos no los ve y prefiere la facilidad de las series o los concursos, o la espectacularidad de las retransmisiones deportivas.

Sólo un programa de este tipo, 60 minutes, suele aparecer en la lista de los 20 preferidos. Los programas de debate político y de: cuestiones actuales son abundantes y excelentes en general. La televisión pública (PB S) ofrece series de revisión histórica muy importantes, como, por ejemplo, Vietnam: la guerra de los 10.000 días, o más recientemente cinco horas sebre el general MacArthur en el César americano, basada en la obra del mismo título del historiador William Manchester.

Sólo pueden competir y a veces derrotar a series como Dallas y Dinastía programas de entretenimiento como The Cosby show, en los que la audiencia ríe los gags de la comedia. La televisión en Estados Unidos es sobre todo diversión y espectáculo, y los esfuerzos de las productoras se dirigen. a que este principio exigido por la audiencia continúe vigente. Para ello es necesario que la fábrica de producción no se pare, y esta semana se ha detenido por una huelga de la Asociación Americana de Escritores, que ha puesto en estado de alerta a las televisiones. A la NBC, por ejemplo, la huelga le supone interrumpir dentro de dos semanas el popular The Cosby show, porque sus últimos tres guiones se estaban aún escribiendo,

La CBS y la ABC, productoras de Dallas y Dinastía y de otras series de este tipo, llamadas; soap operas, ya han calmado a su au diencia anunciando que tienen su ficientes programas enlatados para aguantar la huelga, a la que se han sumado los 9.200 miembros de la asociación de escritores por motivos salariales y de participa ción en los ingresos obtenidos de los programas en vídeo. La televisión de EE UU necesita unas can tidades ingentes de producción para su consumo, ya que práctica mente funciona ininterrumpidamente las 24 horas del día.

También son muy populares los programas concursos similares al español Un, dos, tres, como Name that tune o Wheel of fortune, que son televisados por la NBC y la CBS inmediatamente después de sus noticias de las siete de la tarde Cada cadena de televisión tiene varios programas de este tipo, que ofrece durante la semana. Aquí tampoco se ha inventado nada son insustituibles la azafata sexy y encantadora y/o el presentador lis to que se las sabe todas, más toda la parafernalia electrónica necesaria y la pareja de paletos de Nebraska o los estudiantes sabi hondos.

Competencia entre cadenas

Y junto a la diversión del espec táculo, sobre todo, el deporte. La competencia en este terreno entre las tres grandes cadenas es durísima. La CBS sigue siendo la prime ra en audiencia, tanto en informativos como en programas de entretenimiento, seguida de la NBC y la ABC. Hay que tener en cuenta que el estadounidense medio pasa más de cuatro horas de media al día frente al televisor, probablemente es el primer televidente del mundo y sin duda triplica esta cifra los fines de semana.

Los sábados se televisan los grandes partidos de la Liga nacional de fútbol americano y millones de ciudadanos se sientan ante el televisor, con enormes cubos de palomitas de maíz y cajas de cerveza a mano, para no perderse a sus héroes favoritos. Los partidos suelen durar unas tres horas, y los anunciantes consideran que estos programas deportivos son los mejores soportes publicitarios.

Pero hay imaginación y dinero para producir más cosas y las televisiones se han gastado últimamente rnillones en la producción de docudramas, un género que intentan poner de moda sin demasiado éxito. La CBS acaba de presentar una miniserie de cinco horas sobre los asesinatos de niños ocurridos en Atlanta en 1980 y 1981, que se ha cerrado con una gran polémica. Utilizando la técnica del documental más una dosis de ficción dramática, los productores de The Atlanta child murders han intentado revisar judicialmente el caso ante la opinión pública americana. La película tomaba partido claramente por el acusado de los crimenes, un joven negro llamado Wayne Williams, pero no ofrecía pruebas suficientes para mostrar que el jurado que le condenó se equivocara. El intento de objetivar nueve semanas de juicio y la declaración de 200 testigos ha sido criticado desde casi todos los ángulos, pero muchos televidentes han acabado convencidos de que la CBS ha ofrecido la verdadera historia de lo que ocurrió.

Un segundo docudrama, también producido por la CBS, ha atraído la atención de los estadounidenses el pasado invierno. Se trata de Robert Kennedy and his times. La leyenda de esta familia millonaria de Boston continúa siendo un filón para editores y productores. Otro programa de éxito en febrero ha sido Hollywood wiwes, una serie de seis capítulos sobre las andanzas de los matrimonios de actores y actrices de la meca del cine.

"El miedo aterroriza la ciudad "

La violencia es otro espectáculo que no quieren perderse los estadounidenses en sus pequeñas pantallas, y se suceden a decenas las series policiacas y de terror producidas por las principales cadenas.Éstos son sólo dos ejemplos obtenidos de las presentaciones que hacen las propias cadenas en este tipo de series que proliferan cada día más.

"El miedo aterroriza la ciudad cuando en una semana tres mujeres han sido brutalmente asesinadas", en la nueva serie nocturna de detectives Night heat, de la cadena CBS. "Los asesinos de policías tienen asustada a la ciudad" es el anuncio de la ABC para su nueva serie Macgruder and Loud, que protagonizan una pareja de policías, hombre y mujer, que comparten el mismo coche patrulla sin que sus jefes sepan que están casados.

La industria de la televisión en EE UU también ha producido recientemente, sin demasiado éxito, un drama de tres horas de duración sobre el suicidio de los jóvenes, un problema muy actual en la sociedad estadounidense, y una película sobre las SS de Hitler.

Todo lo relacionado con el holocausto de los judíos y la época nazi suele tener gran aceptación entre el público estadounidense, uno de los que más horas pasa frente a la pequeña pantalla.

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