La Orquesta de RTVE

Alguien dijo que no hay mayores falsedades que las verdades contadas a medias. Es por eso por lo que le ruego publiquen esta carta, que he procurado sea escueta como aclaración al artículo publicado el domingo día 21 de abril, página 35, por Carlos G. Santa Cecilia, referente a la Orquesta Sinfónica de la RTVE.

1. Supongo que es cierto que el presupuesto de la Orquesta Sinfónica y Coro de la RTVE es de 662 millones de pesetas. Pero atribuir este coste a la orquesta es equívoco, pues en ese presupuesto se incluye: el del Coro de la RTVE, el alquiler de la sede que la delegación de la Orquesta tiene en el edificio Cuzco, el alquiler del teatro Real y FAE, los haberes de las muchas jefaturas (delegado, gerente, coordinador, asuntos generales, programación, etcétera) y agregados (secretarias, administrativos, relaciones públicas, ordenanzas, chófer, etcétera).

2. También es cierto que además de las recaudaciones de algo más de 63 millones, que supongo de la taquilla del teatro Real, habrá de contabilizar en nuestro haber, y eso no se dice, el valor que tienen 112 horas y 55 minutos de programas de TVE, 277 horas y media de Radio 2, el haber dado 45 conciertos en Madrid, 22 en provincias, 21 ensayos generales con público y teóricamente gratuitos, la grabación de dos discos (todos estos datos se refieren a un estudio que el firmante de la carta realizó día a día durante la temporada 1981-1982 y que tengo a disposición de quien quiera cotejarlo), así como el incalculable valor que ello reporta a una sociedad como la nuestra, tan deficitaria en cultura. Las cuentas se sacan pronto: presupuesto de TV (o radio) dividido por el número de horas de programación = valor / hora. Valor hora x número de horas en antena = haber de la OS.

3. En cuanto a la gravísima acusación que el señor Coria hace, de que "la orquesta adolece de una organización casi gremial, en la que los padres meten a sus hijos y los maridos a sus mujeres", quiero puntualizar de forma categórica que a la orquesta únicamente se accede por concurso-oposición, en el que se exige un altísimo grado de capacidad y profesionalismo musical, por lo que no puedo reputarlo nada más que como una vulgar falacia.

4. Con respecto a la alusión que hace al pluriempleo que algunos de los profesores de la orquesta tienen, dedicándose a grabar, quiero completarlo con la afirmación de que se graba con Julio Iglesias, con Montserrat Caballé, con Kraus, con Massiel o con quien se presente, al igual que el señor Coria (nuestro delegado) emplea su tiempo libre dando conferencias, componiendo, grabando sus obras o como le place. Por algo somos profesionales.

5. Por último, y en lo referente a la injusta y exagerada sanción que se nos ha impuesto, creo que quien tendrá la última palabra es la judicatura. A ella me remito.-