La elección entre Benegas y Damborenea polariza el congreso de los socialistas vascos
Cerca de 400 delegados, en representación de unos 6.000 afiliados, participan en el cuarto congreso del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), que se inicia hoy en Bilbao con un acto en el que está prevista la presencia del vicepresidente de Gobierno, Alfonso Guerra. La ausencia de divergencias ideológicas o políticas de entidad contrasta con la polarización surgida en las rifas del partido entre quienes defienden la continuidad de José María Benegas como secretario general y quienes, amparándose en la dificultad de compaginar dicho cargo con el de secretario de organización de la ejecutiva confederal, propugnan su sustitución por Ricardo García Damborenea
Éste último, secretario general del partido en Vizcaya, cuenta en principio con el apoyo mayoritario, aunque no unánime, de la delegación de dicha provincia, compuesta por 205 representantes, es decir, algo más de la mitad del total de delegados. Los representantes de las agrupaciones guipuzcoanas (120 delegados) apoyan casi unánimemente la continuidad de Benegas, así como la mayoría de los 56 delegados de Alava. La anunciada presencia de Alfonso Guerra, que participará hoy en la sesión de apertura, podría servir para intentar una mediación de última hora que facilite una solución de compromiso similar a las que en otros congresos regionales del PSOE ha tenido que propiciar en los últimos tiempos José María Benegas, desde su posición de secretario de organización. El congreso, cuyo lema central es Trabajamos por la paz, será clausurado el próximo domingo.
Los congresistas debatirán dos únicas ponencias, la de política general y la de organización y estatutos. Consta la primera de una declaración de principios y seis epígrafes cuyos títulos son: Situación político-social de Euskadi, Violencia y Terrorismo, Desarrollo estatutario, Construcción interna de la comunidad autónoma vasca, Oisis económica y Perspectivas estratégicas.
