Tensión y dudas acompañan al equipo madridista en su desplazamiento a Milán
El Real Madrid se encuentra desde el mediodía de ayer en Milán, donde jugará mañana, a partir de las siete de la tarde, su primer partido de las semifinales de la Copa de la UEFA frente al Inter. La ciudad italiana recibió al Madrid con una lluvia persistente, que no cesó durante el suave entrenamiento realizado. Mientras Ilario Castagner, entrenador del Inter, que viajó en el mismo vuelo tras presenciar el derby Madrid-Atlético, ya tiene decidida la alineación de su equipo, Amancio se ampara en esta ocasión en las bajas para no adelantarla una vez más, dentro de un ambiente muy tenso por la última humillación sufrida en el Campeonato de Liga.
El Madrid europeo, ridiculizado por el Atlético nacional, pareció hacer de tripas corazón ayer en su viaje a Milán, una de las últimas estaciones que le quedan en la temporada. El tópico, hasta el momento cumplido, de la transformación continental madridista no se podrá ver hasta mañana en el césped, pero las dosis del doctor Jekyll dan la sensación de que deben estar ya cada vez más al borde de lo inútil.Incluso los elementos parecen en contra, por si no hubieran sido pocos ya los desaguisados tácticos y técnicos. Viajaron a Milán 17 jugadores, todos los disponibles, salvo Juan José. Stielike y Agustín comenzaron a entrenarse ayer. El alemán, según los últimos análisis, tiene las pruebas hepáticas muy poco por encima ya de lo normal. Hasta cabría la posibilidad de que estuviera disponible para el partido de vuelta del día 24. El guardameta, después de su grave lesión de hernia discal y de una delicada operación, ha hecho una rehabilitación espléndida. Bonet aún sigue recuperándose de su operación en una rodilla.
Pineda se quedó en Madrid con un esguince inguinal y Michel también, al tener que cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Butragueño viajó con un golpe en el gemelo y la tibia y Ángel con un esguince de rodilla.
Muchas bajas
Sólo El Buitre podrá jugar con seguridad. Amancio, que habitualmente parece sorprender hasta a sí mismo en un carrusel de alineaciones distintas en cada partido de la temporada, ha tenido esta vez coartada suficiente para mantener la incógnita. Además de Miguel Ángel y Ochotorena, están en un hotel de las afueras de Milán Isidro, Chendo, que recibió el alta el domingo; Fraile, Salguero, Sanchis, San José, Camacho, Gallego, Lozano, Martín Vázquez, Ángel, Santillana, Juanito, Butragueño y Valdano.
En total, 15 hombres para 10 puestos. Sólo parecen fijos Camacho, Salguero, Sanchis, Gallego, Butragueño y, quizá, Valdano. Quedarían cuatro plazas para los más desheredados hasta ahora, cuyo ambiente no es precisamente bueno ni el más idóneo para un compromiso en el que el Madrid se juega ya el ser o no ser. Ha ido cerrando tantas puertas tras de sí que ya sólo le queda una seria y no parece tener más que una copia de la llave.
Ante un Inter que intentará conseguir una ventaja, por mínima que sea, y si Ángel no está en condiciones, vuelve la duda de si Amancio contará con San José, Juanito y Lozano. La realidad es que cualquier decisión no sería ya demasiado difícil, si es que de verdad, a estas alturas, después de tanto cambio, conoce las piezas con que cuenta, que parece que no.
Porque Castagner, el entrenador del Inter, sí sabe su alineación ya. Salvo bajas de última hora, ha recompuesto el equipo para suplir las ausencias obligadas de los tres sancionados en su eliminatoria de cuartos de final frente al Colonia Ferri, para el que ya no habrá Copa de la UEFA por su patada en el suelo a Klaus Allofs, que le costó cuatro partidos de suspensión; Collovati y Bini, que podrán jugar ambos en Madrid el partido de vuelta.
Bergomi por Collovati
El preparador interista ha decidido bajar al centrocampista Marini al puesto de defensa libre, del que sale Bergomi para pasar, como marcador central, al lugar de Collovati. Bergomi se ocuparía, entonces, de Valdano o de Carlos Santillana.
Baresi, el comodín perro de presa, será el vigilante de Butragueño. En el otro lateral de la defensa, con proyección atacante, estará Mandorlini, nuevo este año en el equipo y sin grandes alardes, pero que juega por ambas bandas, indistintamente. El centro del campo girará de nuevo alrededor del irlandés Brady, apoyado por los estajanovistas Sabato y Cucchi y por el veterano media punta Causio. Delante, las puntas de lanza de lujo, Altobelli y Rummenigge.
El guardameta Zenga, internacional sub 21, seguirá guardando la portería interista, aunque protagonizó recientemente una gran polémica por negarse a jugar, alegando no estar en las condiciones físicas adecuadas. Todo la crítica le considera el mejor portero de Italia, pero nadie discute tampoco que está "un poco mal de la cabeza".
Evidentemente, sería la otra cara de una moneda en la que estuviera el madridista Miguel Ángel. Casado con una guapa miss hace dos años, su separación ha llenado las páginas de las revistas d el corazón y ahora es uno de los solteros más codiciados de Italia. Zenga, al que también muchos consideran sucesor de Zoff, pese a que Bearzot aún no le ha dado la alternativa en la selección A, es un asiduo de las discotecas, siempre muy bien acompañado por bellas señoritas.
La eliminatoria, considerada como una final anticipada de la Copa de la UEFA -la otra semifinal la jugarán el Videoton, húngaro, y el Ze1jeznicar, yugoslavo-, acapara la atención deportiva en Italia. En realidad, se la reparte con el choque entre el Juventus y el Girondins de Burdeos, semifinal de la Copa de Europa, que se jugará dos horas después en Turín.
La expectación, no obstante, parece que quedará reducida al estadio porque el Madrid no es el que era y ya se comprobó en el frío recibimiento. En el estadio Giuseppe Meazza se albergarán unos 83.000 espectadores, quienes pagarán en total más de 150 millones de pesetas -cifra récord-, 2.000 personas menos de las posibles, con el fin de evitar los incidentes que habitualmente organizan los hinchas interistas.
Sus lanzamientos de bengalas y de los más diversos objetos al césped retrasaron seis minutos el comienzo del pasado partido victorioso contra el Colonia, lo que supuso al Inter una multa de la UEFA de 200.000 francos suizos, unos 14 millones de pesetas.
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