España y Portugal deciden reunirse semanalmente para preparar su adhesión

La comisión hispano-lusa que renegocia las relaciones bilaterales para adaptarlas al acuerdo de adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) acordó ayer reunirse semanalmente para concluir, antes de mediados de mayo, sus conversaciones con un compromiso final. Lorenzo Natali, vicepresidente de la Comisión Europea, aseguró ayer en Lisboa que el acuerdo aportará considerables ventajas para Portugal.Carlos Westendorf, presidente de la delegación española en la comisión hispano-lusa, manifestó que entre el lunes y el martes se habían tratado los capítulos de unión aduanera, que engloba los temas comercial y de pesca. No obstante, no se había podido cerrar ninguno de ellos debido a su complejidad. El contenido de las negociaciones fue declarado reservado por expreso deseo de ambas delegaciones. Tras el paréntesis de la Semana Santa, está previsto que ambas delegaciones reanuden las negociaciones, que tendrán un carácter semanal, con reuniones alternativas en Madrid y Lisboa.

La comisión hispano-lusa está compuesta por 24 miembros, y en las negociaciones celebradas en Madrid se abordaron los diferentes temas distribuidos en grupos de trabajo. Este mecanismo de trabajo se mantendrá en posteriores encuentros, que tratarán de adaptar sus relaciones bilaterales a los períodos de transición respectivos que han negociado con la CEE los dos países.

Natali, en Lisboa

Lorenzo Natali, vicepresidente de la Comisión Europea, declaró ayer en Lisboa, donde asiste a la reunión parlamentaria luso-europea, que "la entrada de Portugal en la CEE traerá consigo el desarrollo del país, como ya sucedió anterior mente con Italia, Grecia e Irlanda". Natali se entrevistó ayer con el presidente de la República, general Antonio Ramalho Eanes, y con el primer ministro, Mario Soares. Según declaró Natali, España y Portugal firmarán sus tratados de adhesión a la CEE antes de la próxima cumbre comunitaria, que tendrá lugar en junio próximo. Para ello, añadió Natali, es fundamental que ambos países culminen sus negociaciones antes de esa fecha.

En caso contrario, precisó el italiano, será necesario que la CEE aplique las reglas comunitarias y dirima la cuestión. No obstante, el vicepresidente comunitario expresó su confianza en que el acuerdo bilateral hispano-luso quede completado para entonces.

Por otro lado, un estudio económico de los negociadores españoles estima que el resultado financiero neto de la adhesión a la CEE será favorable para España. El estudio prevé que durante el período transitorio no se produzcan íntegramente las intervenciones financieras comunitarias en España y que en el capítulo de recursos propios se ha negociado una fórmula que tiene por objeto mantener el equilibrio financiero.

Según este acuerdo, queda garantizado para España un resultado equilibrado en los seis primeros años, sin descartar un saldo positivo. La fórmula propuesta consiste en la devolución mensual de un porcentaje de la aportación realizada en concepto de impuesto sobre el valor añadido (IVA) a razón del 87% en 1986, 70% en 1987, 55% en 1988, 40% en 1989, 25% en 1990 y 5% en 1991.

La contribución española al Fondo Europeo de Desarrollo (ayuda a los países en vías de desarrollo) se fija en 500 millones de ECU (64.000 millones de pesetas), quedando asociada a la formulación de un esquema global de cooperación entre España y América Latina.