La dirección del PCE piensa sustituir a los carrillistas en la conferencia nacional

,MadridEl comité ejecutivo del PCE, en su reunión extraordinaria de ayer, tomó la decisión de convocar urgentemente para esta tarde al comité central del partido, del que surgirá la decisión de invitar a representaciones paralelas de Madrid y Valencia, disconformes con sus respectivos comités regionales, a la conferencia nacional que comienza mañana, viernes. Este comité central decidirá probablemente convocar conferencias extraordinarias en las dos citadas regiones, consumando así el proceso de escisión interna con el sector carrillista, dominante tanto en Valencia como en Madrid.

La postura adoptada por los comités madrileño y valenciano de no acudir a la conferencia nacional fue interpretada por el comité ejecutivo como un acto "ilegal" y "antiestatutario" que impide, "incluso a nivel físico", el diálogo entre la mayoría -gerardistas- y la minoría -carrillistas- del PCE. Por ello, se invitará a los miembros de ambos comités regionales que quieran asistir a la conferencia nacional a que lo hagan en representación de sus respectivas organizaciones; serán las minorías gerardistas presentes en las direcciones de Madrid y Valencia las que acudan mañana al comienzo de la conferencia.

Ello supone, de hecho, la consumación de la escisión ya latente en ambas organizaciones regionales del PCE desde hacía semanas, ya que se considera probable que la conferencia nacional apruebe la convocatoria de sendas conferencias regionales extraordinarias en Madrid y Valencia, para situar al frente de la dirección a personas leales a las directrices del sector gerardista, que domina en el secretariado nacional del partido. Enrique Curiel, vicesecretario general, dijo ayer, al dar cuenta de estas determinaciones, que la dirección nacional del PCE "no puede seguir aceptando un proceso de progresivo deterioro del partido", y achacó al sector carrillista la responsabilidad de que el diálogo no sea posible.

Juan Villalba, secretario general del PCE en Valencia, dijo que las decisiones adoptadas ayer por el comité ejecutivo -y que previsiblemente serán ratificadas hoy por el comité central, donde los gerardistas cuentan con amplia mayoría- "llevan a la ruptura interna del partido en el País Valenciano".

En similares términos se expresó el secretario regional de Madrid, Adolfo Piñedo, que ayer clausuró la conferencia ordinaria de esta región, donde se ratificó la decisión de no acudir a la conferencia nacional.

Según Piñedo, las decisiones del comité ejecutivo "son un paso más hacia la expulsión de Santiago Carrillo y varios miles de carrillistas", aunque, afirman, si se produjesen tales expulsiones "no nos iremos del partido". Tanto el comité regional madrileño como el valenciano rehusarán probablemente la oferta del ejecutivo para que asistan, con carácter extraordinario, a la sesión del comité central.

Gerardo Iglesias, secretario general, intentó ayer una última vía de conciliación con el sector valenciano de Juan Villalba, al que se hicieron llegar sugerencias de que adoptase una posición de "tercera vía" entre carrillistas y gerardistas. Pero Villalba señaló que había rechazado la propuesta de Iglesias, quien hizo también ayer un "último llamamiento", según fuentes del secretariado comunista, para que "quienes vulneran sistemáticamente los estatutos del PCE reconsideren su actitud".

Lejos de ello, la conferencia ordinaria de Madrid se clausuró anoche con la aprobación del informe leído el pasado lunes por Piñedo, en el que se propone la inasistencia a la conferencia nacional y el rechazo de cualquier sanción.

El comité ejecutivo se limitó ayer a estudiar los casos de Madrid y la Comunidad Valenciana, las dos organizaciones regionales que junto con la andaluza, tienen mayor peso en el partido. Sin embargo, no se entró a considerar lo ocurrido en Galicia y Euskadi, cuyos comités regionales, carrillistas, también han anunciado que no asistirán a la conferencia nacional.

Los delegados de Canarias tampoco acudirán a esta conferencia, aunque sí lo hará su secretario regional, quien manifestó que la inasistencia del resto de la delegación constituye una muestra de protesta por las disputas personalistas entre Iglesias y Carrillo.