Los seguidores de Carrillo, a favor de crear una federación de partidos comunistas
Frente a la política de convergencia con otras fuerzas de izquierda, propuesta por la actual dirección del PCE, la minoría carrillista opondrá la sugerencia de que, cara a las próximas elecciones legislativas, se agrupe una especie de federación de partidos comunistas que incluya también a los prosoviéticos de Ignacio Gallego, escindidos del PCE. Esta propuesta tal vez sea presentada hoy por algún representante del sector minoritario en el curso de la reunión del Comité Central, en la que el secretario general, Gerardo Iglesias, leerá un informe destinado a ser debatido en la conferencia nacional del PCE, que tendrá lugar a finales de este mes.
MadridEl secretario general de Madrid, el carrillista Adolfo Piñedo, propuso el pasado fin de semana, en una asamblea convocada en la Casa de Campo, desafiando la expresa prohibición de realizarla emanada del secretariado, una política de "apertura al sector de Gallego" que consistiría en permitir que gentes del partido escindido vayan en las candidaturas del PCE, pero bajo las siglas de este último partido, como medio de favorecer "la unidad de todos los comunistas" La idea choca frontalmente con los planes de la dirección actual, que consisten en abrir el PCE sectores de izquierda, aunque no sean específicamente de ideología comunistas. Esta nueva idea lanzada por la minoría carrillista no parece haber sido aún suficientemente perfilada y resulta dificil, por tanto, predecir cómo y con quiénes se integraría exactamente esta federación de partidos comunistas.El propio Carrillo no descartó ayer formalmente la posibilidad de que el PCE se divida de hecho antes de finales de este mes, cuando se celebrará la conferencia nacional. El ex secretario general, en privado, no se recata en hablar de lo que será un nuevo partido comunista a medio plazo "si el equipo de Gerardo Iglesias no cambia su dinámica tendente a romper el partido desde Madrid".
Los carrillistas se ausentaron ayer masivamente en la reunión que celebró el comité ejecutivo del PCE, a la que tan sólo asistieron los miembros del secretariado, integrado en su totalidad por seguidores de Iglesias, el secretario general de CC OO, Marcelino Camacho, y Adolfo Piñedo, único representante en el encuentro de la minoría.
Ante esta deserción de los carrillistas, el informe de Iglesias, que hoy volverá a ser presentado ante el Comité Central, no llegó a ser votado y tan sólo se aprobó "por consenso", de acuerdo con las explicaciones del portavoz del partido, Andreu Claret.
Vía de represión
Aunque el informe de Iglesias no se hizo público, fuentes del sector carrillista parecieron acogerlo negativamente, y Piñedo llegó ayer a decir que la dirección del partido "está entrando en la vía de la represión, pese a sus declaraciones en contrario" y que "nos amenazan con el estatutazo"."El proceso abierto en Madrid con la convocatoria antiestatutaria de asambleas y agrupaciones por parte del secretariado es objetivamente escisionista", dijo a su vez Piñedo.
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