La esposa de Santiago Corella cree que nunca volverá a verle

J. V. Soledad Montero y sus hijos, Eva y Rubén, celebraron ayer, por segunda vez consecutiva, el Día del Padre sin la presencia de Santiago Corella. Para ellos el día de San José, las Navidades y el día de Santiago son fechas particularmente dolorosas porque les recuerdan la larga ausencia de su marido y padre. Ayer Soledad y también las hermanas de Santiago volvieron a manifestar que no tienen noticias suyas desde el 12 de noviembre de 1983.

Soledad ha frecuentado en los últimos meses los juzgados de la plaza de Castilla, tanto para declarar acerca de lo que ocurrió en su casa y en la sede policial el día que la detuvieron en unión de su esposo, como para hacerlo en relación a la denuncia que varios policías interpusieron en su contra por unas declaraciones publicadas en un diario madrileño en las que manifestaba su convencimiento de que Santiago murió el día de la detención.

La esposa del que ha sido calificado como el primer desaparecido de la democracia española trabaja en un club; cree que nunca llegará a aclararse la desaparición de Santiago, y rechaza indignada los rumores que han hecho circular de modo no oficial algunos policías, según los cuales el Nani escapó y huyó a Francia, donde ha iniciado una nueva vida.