Posibilidad de que España participe en la conferencia intergubernamental de la CEE

Si se ha firmado antes el tratado de adhesión a la CEE, y aunque aún no se haya ratificado, España y Portugal serán invitadas a participar de pleno derecho en la conferencia intergubernamental que intentará -si se convoca tras la cumbre europea de Milán en junio- relanzar las instituciones de la Comunidad por medio de un nuevo tratado. Esta es la promesa que hizo ayer en Bruselas el irlandés James Dooge, presidente del comité especial que está ultimando la redacción de un informe sobre estas cuestiones.Dooge y otros miembros de su comité recibieron ayer a una delegación española y otra portuguesa. La parte española, en representación del presidente del Gobierno, estaba encabezada por el diputado socialista Manuel Medina, presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso. "Si se convoca la conferencia intergubernamental, a España le interesa participar en ella con voz y voto", declaró Medina, "aunque no nos podemos pronunciar sobre los puntos concretos del informe del comité hasta que no hayamos firmado el tratado de adhesión".

Cabe recordar que el propio Felipe González, en declaración pública, pidió hace algunos meses que España se viera asociada a los trabajos de este comité. La petición no fue bien recibida por los diez, que prefirieron esperar a ver cómo se desarrollaban las negociaciones de adhesión antes de pronunciarse sobre esta cuestión. Finalmente fue el propio comité el que invitó a estas delegaciones para un primer contacto.

Reforzar las instituciones

El comité Dooge terminó ayer sus trabajos y someterá la próxima semana sus conclusiones a los diez de cara a la cumbre europea de Bruselas del 29 y 30 de marzo. La verdadera discusión sobre un progreso institucional de la CEE no tendrá lugar en esta próxima cumbre, dedicada a intentar resolver los problemas pendientes del pasado de la CEE, sino en la siguiente, la de Milán, de la que podría salir una conferencia intergubernamental similar a la que en los años cincuenta llevó a producir el Tratado de Roma.

El informe propugna reforzar las instituciones de la CEE, especialmente por medio de un uso más amplio de las decisiones por mayoría en vez de por unanimidad, dando además mayores poderes a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo.

También aboga por ampliar las competencias de la CEE a ámbitos como el de la seguridad. Su inspiración viene del proyecto de unión europea -el llamado Tratado Spinelli, por el nombre del diputado italiano que lo lanzó con ahínco- del Parlamento Europeo.

Sin embargo, persisten importantes reservas por parte de algunos países miembros, especialmente Dinamarca (y en menor grado el Reino Unido y Grecia), reticentes a ampliar la supranacionalidad de la CEE. Irlanda, por su parte, que no es miembro de la OTAN, rechaza la mención específica a los temas de la seguridad.