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Miguel Herrero de Miñon es el único socio de Lasuén en la empresa acusada de irregularidades en EE UU

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Miguel Herrero de Miñón, es el único socio, al 50%, del también diputado conservador José Ramón Lasuén en la empresa Análisis y Dictámenes, SA (Adicsa), acusada en varios medios informativos norteamericanos de haber cometido irregularidades tras el contrato que dicha firma suscribió el 12 de julio del pasado año con la empresa estadounidense de relaciones públicas Gray & Company. Para Herrero de Miñón, todo lo difundido estos días sobre las relaciones de Gray y Adicsa es una "confabulación" y se debe al problemas internos de Gray.

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Herrero de Miñón y Lasuén comparecieron a última hora de la tarde de ayer en una conferencia de prensa convocada en la sede de Alianza Popular en Madrid. La presencia de Herrero de Miñón originó una evidente sorpresa entre los informadores asistentes -entre los que figuraba Beatriz Rodríguez Salmones, asesora de prensa del Grupo Popular-, ya que, hasta ese momento, en ningún medio de comunicación se había citado al portavoz y vicepresidente de AP en la polémica surgida sobre las relaciones entre Adicsa y Gray & Co.El propio Herrero de Miñón, en sucesivas respuestas a preguntas de los periodistas, dijo que la propiedad de Adicsa corresponde, al 50%, a Lasuén, como economista, y a Herrero de Miñón, como experto jurista. La sociedad se creó el 4 de julio de 1984. Tres días después se inscribió en el Registro Mercantil y cuatro días más tarde firmó el contrato con Gray. El propio Herrero de Miñón reconoció que, tras los contactos con Gray, Lasuén y él decidieron crear previamente Adicsa para, posteriormente, suscribir el contrato.

A los asistentes a la conferencia informativa les fueron facilitadas fotocopias del contrato de Adicsa con Gray, de la carta enviada el 23 de noviembre de 1984 por Adicsa a Gray para comunicar la rescisión del contrato, y de una solicitud presentada ayer mismo al Banco Central por Adicsa para que ese banco informe sobre los movimientos de una cuenta abierta por Adicsa en la que se depositaron 25.000 dólares (alrededor de 4.500.000 pesetas) procedentes de Gray como pago previo a los servicios solicitados por la firma estadounidense.

España, al margen

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En el contrato, y concretamente en la cláusula segunda del mismo, se decía textualmente: "Adicsa realizará las tareas de consultoría e investigación que le encomiende Gray & Company, especialmente en áreas jurídicas y económicas en relación con el cumplimiento de sus objetivos de comunicación social en Europa, con exclusión de España, y América Latina". Como pago previo, Adicsa recibió 25.000 dólares, si bien en el contrato se especificaba que Adicsa recibiría hasta 100.000 dólares (unos 18 millones de pesetas) en acciones de Gray como pago por los trabajos técnicos que debía realizar.

Según Herrero de Miñón, él y Lasuén pusieron especial énfasis en que España quedara al margen de sus trabajos, "para evitar conflictos de intereses". Sin embargo, Gray & Co. creó, con posterioridad a la firma del contrato, una filial en España, hecho que, según Herrero de Miñón, ya pedía originar ese conflicto de intereses.

"Cuando hemos tenido la sombra, no la certeza, de ese posible conflicto de intereses, decidimos que la honorabilidad política propia y la de nuestro partido valía más de 100.000 dólares y renunciamos al contrato, a pesar de que era legal y ventajoso", precisó Herrero de Miñón. Gray, además, no concretó en ningún momento qué trabajos deseaba que hiciera Adicsa. Los 25.000 dólares continúan en el Banco Central.

Para el portavoz conservador, desde EE UU ha habido "murmullos, pero no acusaciones concretas", a pesar de que un ex dirigente de Gray ha dicho a The New York Times que Lasuén tenia que haber recibido una fuerte cantidad de dinero para que influyera en la legislación energética española en favor del sector eléctrico, lo que Herrero de Miñón calificó de "acusación inverosimil'.

Contactos entre amigos

Lasuén y Herrero de Miñón se refirieron a los contactos de técnicos de Gray con importantes firmas españolas, como Iberia, Defex y Unesa. Herrero de Miñón insistió especialmente en que ni Adicsa, como tal empresa, ni él, personalmente, habían participado en facilitar a Gray esos contactos en España. Lasuén, en cambio, reconoció que en septiembre u octubre del año pasado él había puesto en contacto a técnicos de Gray con "dos o tres personas" que, a su vez, facilitaron a Gray las entre vistas con directivos de las mencionadas empresas. Lasuén dijo que habían sido contactos "entre amigos". "Es como si algún periodista me pide que le ponga en contacto con algún experto en algún tema concreto". Agregó que no había recibido dinero por estos contactos y eludió facilitar nombres de los intermediarios.

Herrero de Miñón anunció que AP ha creado una comisión para que investigue las actividades de Adicsa y señaló que "en breve" se conocerán los resultados. "No sé nada ni presto ninguna credibilidad a supuestas transferencias fantasmagóricas de empresas españolas a firmas estadounidenses", concluyó. En su opinión, todo lo ocurrido se debe a problemas internos de Gray.

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