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Mónica Randall

se encuentra consternada desde la noche del pasado sábado a causa del robo de un carrete de fotos privadas del que fue víctima mientras bailaba en una discoteca de Mahón (Menorca) durante una gala de la Cruz Roja. El acompañante de Mónica Randall había dejado la cámara fotográfica sobre una mesa y ésta fue sustraída en un descuido. El carrete contenía fotos de la fiesta y algunas otras consideradas estrictamente privadas por la actriz. Mónica Randall y su acompañante se encuentran afectados no por el valor del robo, sino por el carácter privado de las fotografías. La actriz ha hecho un llamamiento a los ladrones para que le devuelvan el carrete.

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