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Tribuna
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Con la espada bien levantada y la espada mejor apoyada

La irregularidad que preside el mercado en estas últimas sesiones continuó a lo largo de la contratación en el día de ayer, donde los volúmenes negociados en los corros fueron tan pequeños que al final no marcaron sino una simbólica tendencia que se fundamenta en una serie de noticias o rumores que no favorecen demasiado la marcha bursátil.Desde que el viernes pasado se alcanzó la cota de negociación más baja del año, con 1.228,5 millones de pesetas, se ha recupera do algo el negocio y el lunes ya se alcanzaron 1.604 millones. Pero aún se está muy lejos de aquellos niveles en torno a 4.000 millones que se registraban con cierta frecuencia en la última etapa del año pasado.

Esta debilidad del mercado se acentuó ayer, en parte, por el anuncio de que la junta sindical introducirá hoy algunas modificaciones en la contratación de los valores bancarios por el sistema de caja, impidiendo que estas entidades puedan intervenir una vez que el ordenador haya fijado el cambio en función de la oferta y la demanda. Los responsables bancarios consideran que con este nuevo sistema muchas veces se establecerán las cotizaciones con un porcentaje muy pequeño de títulos, lo cual no deja de ser chocante. Pero en todo caso, sí parece claro que a partir de ahora se afianza la libertad del mercado. Y, hablando de bancos, la caja de los siete grandes presentó ayer un saldo negativo de 267.363 títulos, de los que 221.214 correspondían al Central, que posiblemente debido a que ésa era la última vez que funcionaba el método flexible aprovechó la ocasión para barrer todas estas acciones. También se rumoreaba ayer que la junta sindical aumentaría el porcentaje de garantía en las compras a crédito, pero este hecho fue desmentido por fuentes autorizadas, ya que se considera que el saldo vivo de estas operaciones no supera los 2.000 millones de pesetas y que no existe riesgo alguno por el momento. Lo que sí se ha rebajado, por otra parte, es el recargo por diferimiento de compras, que se ha situado en el 1,35% mensual, frente al 1,40% anterior.

Las eléctricas, por su parte, han recibido otro castigo, aunque al final de la contratación el papel desapareció de la sala en pocos minutos. Nadie explicó satisfactoriamente esta reacción, pero se apuntó la posibilidad de que una reunión de las compañías, prevista para ayer, hubiera llegado a algún acuerdo en el tema de los intercambios de activos. Nada seguro, en definitiva. Telefónica, por el contrario, elevó su cambio un cuartillo, tanto en la acción como en el cupón, demostrando que continúa bien apoyada, aunque quizá no tanto como desearían algunos. La situación del mercado sigue estando difícil, y bastantes operadores mantienen su situación de liquidez mientras aclara el panorama. Suelen ser los mismos que defienden la idea de que los pagarés han vuelto a convertirse en una alternativa de inversión más segura a corto plazo. Por si fuera poco, el índice general se acerca de nuevo a la cota 112%, cuya ruptura, según los amantes del chart, supondría el inicio de una caída libre hasta el 106%.

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