La 'movida' de la moda masculina

La movida de la moda masculina en España, hoy por hoy, está centrada principalmente en dos regiones: Cataluña y Galicia, pero sus objetivos son internacionales. Los frutos del éxito en el mercado exterior se hacen realidad, como lo viene indicando la participación española, cada vez más apreciada, en el Sehm de París, donde recientemente destacaron las 14 firmas españolas incluidas en el desfile selecto de 67 firmas de todo el mundo.Pocos días después, muchos de los 51 expositores españoles del Sehm se trasladarían a Barcelona para citarse en la tercera edición de Gaudí-Hombre, de cara al otoño-invierno 1985-1986, que hoy día viene a ser la joya de los salones de moda en España, por el equilibrio entre calidad y diseño de sus firmas asociadas, además del marco excepcional de las Reales Atarazanas.

El nivel de diseño-moda en Gaudí es muy elevado, con representación de confección, punto, complementos (cinturones, zapatos, corbatería, etcétera)... La línea general se define por la ausencia de hormas y la importancia de su volumen. Los tejidos incluyen los cheviots, los tweeds, rústicos, los shetlands, y en colores predominan los marrones, beiges o negros y grises con toques de verde, granate o azul marino, además de los elegantes cuadros casi escoceses pero en tonos oscuros y difuminados.

Las firmas gallegas, también representadas en Gaudí, tuvieron oportunidad de lucir en la pasarela sus colecciones durante el pasado 16 de febrero en Luar: luz de luna de la Noite da Moda en Galizia, que tuvo lugar en Vigo.

Tras un recital de Amancio Prada, ocho diseñadores-industriales gallegos presentaron sus propuestas para la próxima temporada otoño-invierno. Faltó Adolfo Domínguez, el gallego más universal en cuestiones de moda, quien siempre se ha mantenido independiente del grupo de Moda Galicia.

Ocho firmas desfilaron en pararela. Caramelo, cuya línea sport se consolidé en tono blanco polar para dobles tejidos de algodón arrugado. Unicen optó por americanas a cuadros marrón y negro, con dibujos de escudo verde entre cuadros, sobre pantalones oscuros de lana. Corteman's lució enormes abrigos, con y sin capuchas. Florentino, especialista en pantalones, amplió su colección para incluir abrigos, americanas y camisería, aunque le falta perfeccionar sus cortes. Pressman ofreció originales pantalones grises con estampado de flores malvas. Vesgante, la firma más clásica, mereció aplausos de los ejecutivos y funcionarios presentes, quien hasta entonces debían de haberse sentido olvidados. Cafre mostró unos abrigos grandiosos blancos en tejido con textura de piel de pelo, con pantalones a juego y camisas a rayas tostado y beige brillante. D'Aquino cerró la gala con un despliegue de propuestas diversas que incluían grandes chaquetones tres cuartos en azul eléctrico con cuello de moutón negro y cierre de cremallera asimétrica; chaquetones en grandes cuadros negro y gris, jerseis en punto con dibujo cachemira, y por último el final, con su rejuvenecimiento del smoking, al que ha dado elegantes aunque divertidos cortes tipo camarero.