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Las cajas de ahorro ganaron cuota de mercado a los bancos privados con un crecimiento superior en tres puntos

Xavier Vidal-Folch

Los depósitos privados de las cajas de ahorro crecieron en 1984 un 13,55%, mientras que los colocados en la banca sólo lo hicieron un 10,40%, según datos provisionales del Banco de España. Las cajas ganaron una cuota en el mercado de 0,6 puntos porcentuales. Este mayor incremento del volumen de las cajas viene siendo una constante en los últimos años, de forma que desde 1980 las cajas han ganado tres puntos del mercado conjunto, en perjuicio de la banca.

Si el ritmo de la captación de recursos ha sido en 1984 algo inferior, pero similar al de 1983, no ha sucedido lo mismo con la inversión, que ha crecido en promedio tan sólo un 2,86%, siendo negativa en algunas de sus partidas.Los depósitos privados colocados en la banca en 1984 -contabilizando cuentas corrientes, cuentas de ahorro e imposiciones a plazo- alcanzaron los 11,6 billones de pesetas, lo que supuso un incremento del 10,4% sobre el anterior ejercicio. Las cajas de ahorro registraron un incremento superior, del 13,55%, situando sus depósitos en 6,8 billones de pesetas, todo ello según el avance de datos que con carácter provisional elabora la Oficina de Regulación Bancaria (ORB) del Banco de España.

La diferencia de ritmo de crecimiento no es un hecho insólito, pues viene produciéndose desde hace algunos años, en beneficio de las cajas. Desde 1980, como puede apreciarse en el cuadro, la banca ha cedido tres puntos del mercado a las cajas. Éstas han pasado de representar el 33,93% del conjunto cajas-bancos a significar el 36,96%. Las causas de esta tendencia radican seguramente en una mejor remuneración del pasivo, y en la mayor fortaleza demostrada por estas instituciones, mientras que la banca ha sufrido una fortísima crisis financiera.

Un hecho significativo en este diferente ritmo de crecimiento en 1984 es la cadencia que ha seguido mes a mes. Así, las cajas han mantenido durante todo el año un crecimiento en torno al 12% o el 13% sobre el mismo mes del año anterior, en sentido ligeramente ascendente desde que se inició el segundo semestre, para acabar en un 13,5%. Mientras, los bancos, que empezaron el semestre a un ritmo del 14% y el 15%, lo acabaron al 10,4%,.

Es asimismo sintomático del carácter más permanente del crecimiento de las cajas el hecho de que el salto de noviembre a diciembre (sobre final del año anterior) haya sido de cinco puntos porcentuales (del 8,24% al 13,55%), igual que en 1983.

Por el contrario, el salto de la banca ha sido de apenas tres puntos (del 7,55% al 10,4%), dos menos que en el año anterior, lo que viene a indicar que el llamado efecto escaparate de fin de año ha sido mejor absorbido por las cajas que por la banca.

Dicho efecto consiste en un crecimiento más o menos lógico por cierre del ejercicio, por el incremento de depósitos familiares a finales de diciembre, y en el que se ajustan periodificaciones o se cierran operaciones de temporada, pero en el que a veces se hacen crecer las cifras con cierto artificio para mejorar el balance.

Si el ritmo de la captación de recursos ha sido en 1984 algo inferior, pero similar al registrado en 1983 (un crecimiento del conjunto del 11,54%, frente a un incremento del 12,88% en 1983), no ha sucedido lo mismo con la inversión, que ha crecido en promedio tan sólo un 2,86% -frente al 11,66% de 1983-, siendo negativa en alguna partida. El crédito total al sector privado (residentes y no residentes) aumentó el 2,86% (frente al 11,66% del período anterior), porcentaje que se descompone en un 2,23% para banca y 4,75%, para cajas.

Desastre inversor

La inversión crediticia en residentes ha sido particularmente débil, como se refleja en el cuadro adjunto, siendo negativa en el caso de la banca. Algunas partidas de la misma han sufrido un deterioro espectacular, siempre según las estadísticas provisionales. Así, por ejemplo, el crédito comercial de la banca al sector privado, que descendió 278.528 millones de pesetas (frente a un ligero aumento de 30.475 millones en 1983 respecto a 1982). Este hundimiento del descuento comercial es el principal factor de que el crédito de la banca en pesetas al sector privado (residentes) haya descendido en 254.198 millones de pesetas respecto al nivel alcanzado a final de 1983. En el ámbito de las cajas es notorio el descenso del crédito al sector público en pesetas, que aumentó en 19.852 millones (41.821 millones en 1983).

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