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La catástrofe aérea de Bilbao

Un proyecto de nueva 'carta de aproximación' a Bilbao incluía el monte contra el que chocó el avión de Iberia

Carlos Yárnoz

La carta oficial de aproximación al aeropuerto de Bilbao, que recoge las instrucciones obligatorias para los aviones que se dirigen a Sondica, omite el monte Oiz, contra el que anteayer se estrelló un Boeing 727 de Iberia con 148 personas a bordo, todas las cuales murieron. Este monte, de 1.026 metros de altura, es el más alto de la zona comprendida en dicha carta. La propia Dirección General de Aviación Civil envió el pasado 24 de enero a diversos organismos el proyecto de una nueva carta de aproximación en la que sí figura el monte Oiz. Además, en ese proyecto se fija en 5.5% pies (1.676 metros) la altura mínima de seguridad para sobrevolar la zona en esa fase de la aproximación: 349 metros más que los 4.354 pies (1.327 metros) que figuran actualmente.

En la actual carta de aproximación, según denunció ayer el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), el monte señalado como el más alto de la zona tiene 3.274 pies (998 metros) y está situado al norte de Llodio (Álava), zona por donde los aviones, según la carta actual, deben volar a una altitud mínima de 7.000 pies (2.134 metros). La distancia mínima de seguridad respecto del suelo por la zona del monte Oiz es mucho menor -4.354 pies- y, sin embargo, no figura en la carta oficial de aproximación y, por tanto, tampoco en las cartas utilizadas por los pilotos de Iberia o de otras compañías, según precisaron expertos del SEPLA. Al margen de este hecho, que los miembros del citado sindicato calificaron de "muy grave" e "incomprensible", las mismas fuentes indicaron que la Administración estaba informada de esas circunstancias y que, por este motivo, la propia Dirección General de Aviación Civil, mediante el Grupo de Técnica de Cooperación Operativa (GTCO), envió el pasado mes de enero una propuesta de nueva carta, fechada en diciembre de 1984, en la que se incluye el Oiz y se incrementan las alturas mínimas de seguridad de vuelo.

La propuesta, denominada Carta de Bilbao, procedimientos de llegada y de salida de vuelo por instrumentos al aeropuerto de Bilbao, es estudiada estos días por pilotos, controladores, compañías aéreas y otras partes afectadas.

Incumplen normas OACI

Igualmente, los técnicos del SEPLA aseguran que en las exigencias para la maniobra de aproximación al aeropuerto de Sondica "no se cumplen las normas internacionales de OACI (Organización Internacional de Aviación Civil)". Según aseguran, esas normas estipulan que la altura mínima de seguridad debe ser superior, como mínimo, en 1.000 pies (305 metros) al obstáculo más elevado de la zona.

En este caso, el Monte Oiz tiene 1.026 metros (3.366 pies), a los que hay que sumar los 54 metros (177 pies) de la antena de Euskal Telebista contra la que chocó el 727 de Iberia. La altitud máxima en la zona es, por tanto, de 3.543 pies. Así, y según los expertos del SEPLA, la distancia mínima de seguridad en la zona del Oiz debe ser de 4.543 pies y, sin embargo, la actual carta de aproximación indica que esa altitud mínima es de 4.354 pies (63 metros de diferencia).

En la propuesta de la nueva carta, la altitud mínima de seguridad en la zona es de 5.500 pies. Según las normas actuales, un avión que sobrevolase el Oiz a la altitud mínima exigida pasaría a unos 250 metros sobre la antena de televisión, pero, si finalmente se aprueba la propuesta, los aviones lo harán a cerca de 550 metros sobre la antena.

En relación con estas cuestiones, ni las fuentes oficiales del Ministerio de Transportes ni el director general de Aviación Civil, Pedro Tena, ofrecieron su versión. En el despacho de Tena, su secretaria dijo durante la mañana de ayer que el director general estaba muy ocupado" y, a mediodía, explicó que Tena se hallaría por la tarde fuera de Madrid, y concretamente en Bilbao.

A pesar de los datos reseñados, tanto en el SEPLA como en fuentes de Iberia y del propio Ministerio de Transportes se insiste en que el avión siniestrado volaba, por causas aún desconocidas, a unos 300 metros por debajo de la altitud mínima exigida en la zona. Las llamadas cajas negras del avión, que, recogen las conversaciones mantenidas en la cabina durante el vuelo y registran todos los movimientos realizados por el aparato, fueron enviadas a Madrid, donde serán analizadas por una comisión investigadora presidida por Celestino Delgado, subdirector general de Tráfico Aéreo, e integrada, entre otras personas, por los pilotos Jesús Chinarro y Víctor Martínez. Es probable que una de las cajas sea estudiada también en EE UU.

En el monte Oiz, lugar del accidente, la antena más elevada de las cinco existentes allí corresponde al segundo canal de RTVE. Le sigue la de Euskal Telebista (televisión autonómica vasca), una más de la compañía de electricidad Iberduero, otra de Euskadi Ko Irratia (emisora de la Administración vasca) y una última de Protección Civil.

Este conjunto de antenas abarca unos 400 metros de distancia entre la superior y la inferior, en la cumbre del monte, según informa Rafael Fraguas desde Bilbao.

La torre de Euskal Telebista fue construida en el segundo semestre de 1982. Tenía 54 metros, pero el avión la seccionó de cuajo a la altura de los 35 metros. Según Eugenio Iriondo, ingeniero de Telecomunicación adscrito a la plantilla de Euskal Telebista, la antena poseía al baliza e normal previsto en las reglas internacionales para alertar a los navegantes aéreos. El director general de Euskal Telebista, Andoni Areizaga, aseguró que la antena cumplía todos los requisitos legales.

El director del Centro de Control de Paracuellos (Madrid), Victoriano Martín, ya comentó ante ayer que, según sus noticias, la antena tenía balizas, pero no entró en la legalidad o ilegalidad de la torre por no ser asunto de su competencia. El diputado socialista Luis Alberto Aguiriano ha preguntado al Gobierno si las autoridades aeronáuticas habían sido informadas oficialmente de la existencia de la antena de Euskal Telebista.

Con respecto a esta cuestión, Areizaga precisó que Euskal Telebista envió toda la documentación sobre la antena a la Dirección General de Medios de Comunicación del Estado que, a su vez, la remitió ala Junta Nacional de Telecomunicaciones, en la que figuran, según el director de Euskal Telebista, representantes de Aviación Civil. Areizaga criticó con dureza al director general de RTVE, José María Calviño, a quien, al hablar anteayer de la antena de Euskal Telebista, "se le olvidó", según Areizaga, decir que al lado de esa torre había otra de RTVE. "No nos ofrece ninguna duda la legalidad de nuestra antena", afirmó con rotundidad Areizaga.

Pegó con el ala

Aunque los datos que han podido obtener los investigadores del accidente permanecen bajo secreto -las cintas con las conversaciones mantenidas con los controladores de Paracuellos estaban todavía ayer en una caja fuerte del centro de control-, en medios aeronáuticos se afirmó ayer que, a la vista de cómo se había roto la antena de Euskal Telebista, parece que el avión golpeó en la torre con una de sus alas y seguidamente se precipitó al suelo.

Posiblemente, según esas fuentes, el ala que golpeó la antena fue la derecha, ya que el avión debía de estar girando en ese mismo sentido para iniciar el descenso hacia el aeropuerto de Sondica.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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