Los enfrentamientos en Nueva Caledonia comprometen la misión del enviado de París

La autoridad del delegado del Gobierno francés en Nueva Caledonia, Edgar Pisani, ha quedado gravemente comprometida tras los incidentes del pasado domingo, en los que resultaron heridos siete canacos (población autóctona) y dos gendarmes. Los portavoces del Frente de Liberación Canaco Socialista (FLNKS), que se habían mostrado hasta ahora partidarios del diálogo, han endurecido su postura y exigen que sean expulsados de la isla los dirigentes del Frente Caledoniano, partido de extrema derecha organizador de la merienda campestre que originó los incidentes en Thio, la ciudad más importante para los índependentistas canacos.Pisani no ha conseguido hacerse respetar por la comunidad de origen europeo (caldoches) de la colonia francesa, y después de los incidentes del domingo corre el riesgo de perder también influencia en los sectores independentistas moderados. "Edgar Pisani nos ha traicionado y ha beneficiado a la derecha contraria a la independencia", afirmaba ayer, sollozando, un dirigente canaco.

El delegado personal del presidente François Mitterrand había prohibido la celebración de la merienda campestre, pero los gendarmes encargados de cerrar los acceso a Thio permitieron el paso de unos 230 europeos. Esto fue interpretado como una provocación por los habitantes de la ciudad, villa natal de Eloi Machoro, dirigente independentista muerto por la policía hace dos meses. Además, los gendarmes arremetieron contra los nativos, haciendo uso de gases y porras y persiguiéndolos hasta dentro de sus casas.

Cuando se restableció el orden, el daño ya estaba hecho: los caldoches del Frente Caledoniano gritaban victoria y se reían de las órdenes de Pisani, mientras los canacos acumulaban resentimiento y desconfianza. El enviado de París, que había prometido la vuelta a la normalidad en Thio y la reapertura de fábricas y comercios, se encuentra ahora con una situación explosiva y con el riesgo de represalias de los miembros del FLNKS menos dialogantes.

La posición de Tjibaou

Jean Marie Tjibaou, dirigente canaco moderado, tendrá grandes dificultades para convencer a sus seguidores de no poner en práctica las resoluciones del congreso del partido, que llamaban a un sabotaje económico sistemático. Tjibaou ya había advertido a Pisani del peligro de radicalización en sus filas a raíz de la decisión de los europeos de romper durante dos días seguidos el toque de queda. Por el momento, una delegación independentista que debía haberse reunido ayer con Písani faltó a la cita y el delegado gubernamental reconoce que es cada vez más dificil convencer a los canacos para que den garantías a la población europea antes de que se celebre el referéndum de autodeterminación, previsto para fines del verano próximo. "Los caldoches no quieren compromisos sino enfrentamientos", se quejaba un dirigente independentista, "y cuentan con el beneplácito de los gendarmes, que están siempre dispuestos a golpearnos a nosotros y no a los europeos, respeten o no las leyes".