El Madrid aplasta al CAI Zaragoza en una Supercopa de promoción
La Supercopa no tenía otra finalidad que servir de promoción al baloncesto de elite en localidades no privilegiadas. En ese sentido, esta primera edición resultó todo un éxito. Alcora, pequeño pueblo de Castellón, acogió el encuentro con dignidad, entusiasmo y organización de Primera División. Real Madrid y CAI Zaragoza jugaron un partido escasamente interesante por la amplia diferencia que existe entre los dos equipos. En el descanso, ya había 21 tantos de ventaja madridista y se alejaba, pues, toda posibilidad de emoción al final. A falta de 9.24 minutos, Del Corral colocaba en el marcador un notable 80-40. Era la prueba mas evidente de que, más que un partido de exhibición, se trataba de un partido de promoción.El Real Madrid sólo pareció adoptar exceso de precauciones con la cancha. Lo resbaladizo del parqué obligó a que se extremaran los cuidados para impedir lesiones en la vecindad de comprometidos partidos de la Copa de Europa. Tal temor ofreció al público la engañosa sensación de un juego nervioso, hecho que sólo acontecía en los jugadores zaragocistas. Así, los instantes iniciales se vieron plagados de errores, de mal juego y de imprecisión, lo que motivó un marcador de 9-10 en los primeros seis minutos. Aún así, el Real Madrid estaba armado con su poderío defensivo y el CAI Zaragoza no mostraba otro recurso que el de sus numerosas dificultades pararealizar dos fases con las que iniciar un ataque ordenado. La clave fue que el CAI no es el de la temporada pasada.
Para el Real Madrid este partido resultó muy poco provechoso y, en cualquier caso, acusó tendencia a jugarlo mal. Lolo Sainz habrá sacado más motivos de preocupación inmediata. Porque Sainz debe estar contando los días que faltan para que Jackson vuelva a ser el de antes. Jackson ha bajado un 20% y eso es grave en un jugador que vende, sobre todo, eficacia y sobriedad. Por contra, Robinson se ha convertido en el norteamericano estrella; no sólo es un jugador clave en la defensa de anticipación, sino también un atacante de elevado porcentaje. EL CAI, por su parte, poco tiene que hacer, salvo seguir pagando el duro impuesto de dos estadounidenses muy flojos.
La estrella, en Alcora, fue Antonio Martín, el hermano pequeño de Fernando, que, a sus 18 años y con 2,07 metros de altura, empieza a recibir minutos de juego y a reclamar sitio en la Primera División. En la segunda parte se encontró con que, en realidad, el partido sí parecía organizado para que él realizase una exhibición personal con sus 14 tantos.
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