Rito y geografía de Lola

El feliz hallazgo de una partida de nacimiento debidamente autentificada de Lola Flores ha puesto fin a una ardua polémica que tentó durante varios lustros a los cronistas cortesanos.Los actos conmemorativos de tan gloriosa efeméride contaron en TVE-2 el miércoles con la colaboración de destacadas figuras de las artes, las letras y las variedades, figurando como maestro de ceremonias el contumaz presentador de la televisión nacional José María Iñigo, que recuperó por unos instantes el fasto de la edad dorada de TVE con una evocación de aquel espacio titulado Ésta es su vida.

Las cámaras de TVE llevaron a todos los hogares escenas de la mayor emotividad y mostraron a próceres del antiguo régimen felizmente retirados de la vida pública, como Solís Ruiz; escritores de la talla moral de Vizcaíno Casas como el mismo Vizcaíno Casas; perfiles de aristocrático diseño como el de Pitita Ridruejo; adiposidades de noble prestancia, como las de Sara Montiel, y alopecias elegantemente disimuladas, como las de Camilo Sesto y Manolo Escobar.

Marujita Díaz captó la atención de los invitados mostrando los estigmas de su reciente operación de celulitis, y un venerable académico, emocionado por la ingestión de bebidas espirituosas, sugirió que las celebraciones de la efeméride se inscribiesen en los actos del V centenario del Descubrimiento por su fuerte componente racial.

La adecuada elección de una noche de plenilunio para la fiesta y los maquillajes de algunos de los invitados evocaban en algunos momentos la magia de las escenas finales de El baile de los vampiros, de Polansky, contribuyendo a la creación de este simpático ambiente la inquietante y helada sonrisa de Emilio Romero.

La Faraona, madre nutricia de una dinastía de artistas, glosó en unas palabras de agradecimientos los problemas ginecológicos y el riesgo de aborto de su hija Lolilla, y salió al escenario) en compañía de El Pescaílla, su marido, y de sus hijos Rosarillo y Antonillo para ofrecer una demostración de sus eternas cualidades para el canto, la danza y las relaciones públicas; pese a la emoción que le embargaba en todo momento, la temperamental artista tuvo la suficiente presencia de ánimo para recordar a los telespectadores varias veces el nombre de la sala de fiestas en la que presta sus servicios en funciones de noche.

Responsables de TVE informaron que están estudiando la posibilidad de enviar este programa al próximo festival de televisión antropológica de Munich si pueden solucionar los problemas inherentes a la traducción de los subtítulos, en particular los que se refieren a algunas de las frases pronunciadas por los invitados al acto, que según iba avanzando la noche compararon a La Faraona sucesivamente con Cleopatra, Castelar, Barbra Streissand, Alfonso Guerra e Isabel la Católica.