El exceso de publico obliga a suspender una prueba infantil
Un gran escándalo se produjo ayer en la piscina del Parque Móvil con motivo de la celebración del Memorial Escrivá de Romaní para superalevines (menores de 12 años), dentro de la Liga Madrileña de Promoción. Las pruebas se tuvieron que suspender por la gran cantidad de personas que llenaban el recinto, incluso situadas al borde del agua, y por la falta de organización. Cerca de 400 nadadores debían competir en una pileta con sólo cuatro calles.
Al parecer, el Ayuntamiento pone muchos inconvenientes a la Federación Madrileña de Natación para la utilización de sus piscinas, por lo que las competiciones, que se reanudarán hoy, a las 9.00 horas, en el mismo marco, deben efectuarse en escenarios no adecuados.Según Tomás Andreu, padre de uno de los niños participantes, el cual recogió las firmas de unos 150 padres de nadadores afectados, la organización corrió a cargo de la Federación Madrileña de Natación (según comunicado número 71/8384) y participaban 12 clubes. "Fue un desastre" comentó Andreu; "los padres estaban al borde de la piscina, lo que, aparte de impedir los movimientos a nadadores, entrenadores y jueces, ocasionaba un problema de sanidad, ya que pisaban con zapatos donde después lo hacían los niños descalzos".
"El número de espectadores, entre padres y amigos, era de 600 o 700, cuando en esa piscina el lugar reservado para el público tiene capacidad para 150 personas", continuó Andréu. A ello había que sumar los casi 400 nadadores. Algunos entrenadores decidieron no competir y cuando ya se habían disputado algunas pruebas la organización decidió aplazar el resto. Entre las firmas recogidas, algunas opiniones escritas por los padres dicen: "Intolerable. Así no se puede fomentar el deporte. Es una vergüenza. El recinto es peligroso. Este es el deporte en España".
Al parecer, según Andreu, el Ayuntamiento de Madrid pone muchas dificultades a la federación para la utilización de las piscinas municipales. Por esa razón se ven obligados a organizar las competiciones en la piscina del Parque Móvil, que sólo cuanta con cuatro calles. Cualquiera de las que tiene el Ayuntamiento poseen más, seis, al menos, sin necesidad de llegar a las ocho reglamentarias olímpicas.
En opinión de Tomás Andreu, el hecho es que "la Federación no cuida el aspecto deportivo, al no informar a los niños del fin de estas competiciones, ni el educativo, al permitir que se formen ambientes de este tipo".
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