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España se incorpora a la fabricación de vídeos cuando las ventas han caído por primera vez en 1984 en un 20%

España puede haberse incorporado a la fabricación mundial de vídeos -el primer aparato made in Spain aparecerá en febrero- cuando su demanda interna de este producto, tras varios años de expansión, ha caído en un 20%, duplicando, incluso, el descenso experimentado en las ventas de televisores en color. En este contexto de depresión del mercado doméstico el Gobierno ha concedido ya autorización para fabricar vídeos a dos multinacionales japonesas (Sanyo y Sony), y estudia la concesión de otras dos licencias a Philips y Grundig.

Las ventas de vídeos en España, según la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL), ascendieron en 1983 a 520.000 unidades mientras que en 1984 -según las últimas estimaciones- se situarán entre 400.000 y 420.000 unidades, lo que supone una reducción del mercado del 20%. Todos los aparatos vendidos en 1983 fueron importados y su valor se estima en 44.800 millones de pesetas.El subsector de televisores en color, a cuyas ventas se encuentra íntimamente ligada la expansión del vídeo, también registró una susntancial reducción del mercado. En 1983 se vendieron en España 1.080.000 televisores en color, mientras que las estimaciones finales para el ejercicio pasado se sitúan en 950.000 unidades (un 10% de caída en las ventas). La producción nacional de televisores en color, en cifras de 1983, alcanzó los 65.000 millones de pesetas, registrándose importaciones por un valor de 1.280 millones de pesetas y exportaciones por un valor de 1.215 millones de pesetas.

Cuatro opciones

Sony Corporation, que suscribió un acuerdo en marzo del pasado año con la Dirección General de Electrónica e Informática, fue la primera multinacional que consiguió licencia para fabricar vídeos en España. La producción, que se realiza en la planta que la multinacional posee en Parets de Vallés (Cataluña), se irá incrementando a lo largo de los próximos años hasta alcanzar una cifra comprendida entre las 125.000 y las 150.000 unidades del sistema Beta a partir de 1987. En el acuerdo se contempla que se destine un 25% de la producción de vídeos a la exportación, y adicionales esfuerzos en exportación de televisores en color.Aznárez Hermanos, la filial de Sanyo en España, logro asimismo, en parecidas condiciones, una licencia de fabricación de vídeos, sistema VHS, en sus instalaciones de Tudela (Navarra). La política de la Dirección General de Electrónica e Informática, en este campo, es la de exigir a los fabricantes de vídeo un compromiso de exportación del 25% de las unidades que produzcan.

En la actualidad, otras dos multinacionales europeas, que en la cúspide de su accionariado son prácticamente una misma sociedad, tienen solicitada autorización para fabricar vídeos en España. Se trata de Lámparas Zeta (la filial española de Phílips) y de Grundig. Ambas sociedades optan por el sistema VHS.

Fuentes del empresariado nacional del sector de electrónica de consumo han manifestado su preocupación por el número de licencias de fabricación de vídeos que se están concediendo a las multinacionales en un mornento de depresión del mercado y a unos meses de nuestra integración en la CEE. Temen, que tras estas licencias, se oculte un intento de las multinacionales de capear la crisis en el sector de fabricación de televisores en color.

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