El Tratado de No Proliferación Nuclear

Respecto a su editorial del día 11 de enero acerca de este tratado, tenemos que declarar primero nuestra oposición a todo militarismo y, por supuesto, al armamento nuPasa a la página 10

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clear. Pero, desde luego, firmar un tratado desigual, como es éste, es humillante o, al menos, se merece un calificativo equivalente, y naturalmente que firmar un acuerdo desigual no es sólo absurdo, sino también de tontos.

Ustedes mismos ponen un ejemplo más claro que el agua de tratado discriminador, desigual y antidemocrático como es el de la ONU, establecido precisamente por las tan vituperadas democracias. Aquí tenemos a los cinco grandes con su exclusivo derecho a veto en el mejor estilo de aquella tristemente famosa sociedad de naciones. Nosotros no firmaríamos ninguno de estos dos tratados, que rezuman discriminación y servilismo.

Como se dice en España: o jugamos todos o se rompe la baraja, y no hay por qué reservar mayores privilegios precisamente a los países que ya de por sí se los autoconceden. Finalmente, decimos que su editorial flota en un tono resabido que parece pretender dar lecciones al Gobierno de cómo y cómo no se debe actuar en política exterior- Óscar Zapke y Beatriz Martínez de Murguía.