Fraga ahonda las tensiones en la Coalición Popular con sus críticas a los reformistas
Las posibilidades de que la Coalición Popular y el Partido Reformista Democrático (PRD) lleguen a un pacto para las próximas elecciones legislativas parecen cada vez menores, a causa del creciente enfrentamiento entre el partido mayor de la coalición conservadora, Alianza Popular (AP), que preside Manuel Fraga, y el PRD, cuyo inspirador es el dirigente de Convergencia i Unió (CiU) Miquel Roca. El Partido Demócrata Popular (PDP), socio de AP en la coalición, contempla con mayor irritación cada vez esta situación.El propio Fraga abundó ayer en el distanciamiento entre los posibles socios de una gran coalición de centro-derecha al declarar, a su regreso de un viaje a América, que quienes están prisioneros del pasado "son determinados nacionalistas que no se han enterado de que estamos a finales del siglo XX".
El líder conservador contestaba así a las palabras del líder de CiU, Jordi Pujol, en el sentido de que en España existe un vacío político debido a que AP está anclada en el pasado.
Al mismo tiempo, tanto entre los reformistas como entre los democristianos ha causado malestar el que Fraga apadrinase la llegada del líder empresarial José Antonio Segurado a la presidencia del Partido Liberal, el tercer grupo de Coalición Popular, porque ambos consideran que será un factor de división.
Dirigentes del PDP, entre tanto, dejan ver que el partido que preside Óscar Alzaga se considera libre a la hora de adoptar una decisión de cara a las elecciones legislativas, y, antes de ellas, para las que renovarán el Parlamento de Galicia en el próximo mes de octubre.
Por el momento, los principales dirigentes del PDP gallego se esfuerzan actualmente por propiciar un acercamiento con la Coalición Galega, grupo aliado dentro de la operación reformista.
Página 11
