La oportunidad de Josep Font

Los jóvenes estudiantes de diseño cuentan en España con pocas oportunidades para demostrar su capacidad creativa, y menos que alcance una repercusión fuera de su entorno inmediato. Por eso resultó tan extraordinario el aliciente producido por el II Concurso Internacional de Jóvenes Creadores de Moda, organizado por Air France y el diario Yomiuri Shimbun, de Tokio, entre otros patrocinadores. El concurso consistía en que Japón, EE UU, Italia, Francia y España seleccionaran a 20 dibujos (en el caso de España fueron 30) realizados por alumnos de escuelas de diseño. El patrón debía hacerse sobre un modelo de traje femenino de tarde o noche, correspondiente a la primavera-verano 1985. Un jurado nacional eligió en una selección previa a 10 españoles para concursar en la final de París. Dato curioso es que, si en España se mandaron 350 dibujos de 14 escuelas, en Japón fueron 8.487 de 39 escuelas. Los 10 finalistas españoles -pertenecientes a las escuelas madrileñas Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, IADE, Alta Escuela de Moda, Stoddart & Albert y Escuela Madrileña de Diseño y Moda, y el Instituto Feli de Barcelona vieron desfilar sus modelos en una gran final en el espléndido marco del Pavillon Gabriel, de París, profesionales de la moda, prensa y un jurado compuesto por un representante de cada país (en el caso de España fue Pedro del Hierro), además de los creadores franceses Jean Charles Castelbajae, Marc Bohan (Christian Dior) y Jacqueline Jacobson (Dorotée Bis). Se podían apreciar las características peculiares de cada país, destacando la fantasía los italianos, la fidelidad a la alta costura de los franceses, el desenfado de los americanos, la influencia de las formas tradicionales en los japoneses y la sobriedad y aristocracia de la buena costura de los españoles. Después de una deliberación prolongada, debida al empate entre España y Francia a seis votos, y la oposición rotunda de Castelbajac a que ganase España, fue necesario efectuar una segunda, votación de la que salió vencedor el diseño francés. Japón ganó el año pasado. Según Pedro del Hierro "ha sido una lástima que no ganase España, ya que hubiese supuesto ese pequeño empujón hacia el reconocimiento internacional del diseño español; de todas formas ha sido positivo poder participar con países tan importantes en el mundo de la moda". El joven catalán de 22 años Josep Font Calvet, el virtual ganador del premio internacional, se tuvo que conformar con el premio nacional de España, 180.000 pesetas, un diploma, un trofeo y varios regalos. La ganadora, Armelle Barbier, de 21 años, tendrá una beca para estudiar un año en una academia de diseño en Tokio. Josep, alumno del Instituto Feli, de Barcelona, confía en que este reconocimiento le ayude a encontrar un empleo cuando termine este último curso, que corresponde a patronaje industrial.