Dos hermanos denuncian a un policía nacional por malos tratos
Miguel Ángel y Mariano Sánchez del Soto, dos hermanos de 24 y 23 años respectivamente, presentaron a mediodía de ayer en la comisaría de San Blas la primera denuncia del año por presuntos malos tratos y amenazas de un policía nacional que presta servicio en el mismo centro. Los dos hermanos declararon que el policía les golpeó repetidamente con una porra e incluso les amenazó verbalmente mientras se encontraban en la casa de socorro de San Blas, adonde habían acudido para ser atendidos de lesiones leves producidas en una pelea con un grupo de jóvenes.
Miguel Ángel, cobrador de una agencia, y Mariano, que trabaja en una empresa de ordenadores, se encontraban durante la madrugada de ayer en el centro social del barrio de San Blas donde se celebraba una fiesta tradicional de Nochevieja. Los dos hermanos, y un número reducido de los organizadores de la fiesta tuvieron, alrededor de las cinco de la madrugada, una pelea con un grupo de jóvenes que trataron de entrar en el recinto por la fuerza sin tener la invitación que se exigía.Después del incidente, Miguel Ángel Sánchez decidió llevar a su hermano a la Casa de Socorro del barrio para que le atendieran de diferentes heridas de carácter leve y una fuerte crisis nerviosa motivada por la pelea. Miguel Ángel ha manifestado que cuando se encontraban en el centro sanitario entró un policía nacional, cuya identidad todavía desconoce, y dijo "esto se soluciona con un par de golpes". "Y sin más explicación" declara Miguel Ángel, "le propinó dos tortazos a mi hermano con todas sus fuerzas". Miguel Ángel, ante la actitud del policía le preguntó, "tú, ¿eres un madero o un borrego?".
Desde ese momento, según los dos hermanos, el policía comenzó a golpearles repitiendo continuamente: "Yo, ¿madero?". Miguel Ángel y Mariano fueron esposados y conducidos en un coche zeta hasta la Comisaría de San Blas, donde permanecieron durante unas tres horas sin que nadie les tomará declaración; después les dejaron marcharse y les dijeron que tendrían un juicio. En el trayecto hasta la comisaría, según explican los dos jóvenes, el policía dijo a su compañero: "A estos los llevamos a la mina, les pegamos cuatro tiros, y ahí se quedan". Según los dos hermanos, el policía, mientras decía esto, cogió un subfusil, aunque no apuntó hacia ellos.
"Lo que más nos sorprende", aseguran Mariano y Miguel Ángel, "es que en la Casa de Socorro y después en la comisaría estaban los gamberros que nos habían agredido en la fiesta, y ellos eran tratados con toda consideración, mientras a nosotros nos trataban como delincuentes, cuando en realidad eramos las víctimas".
Esta versión de los hechos no pudo ser confirmada ayer en fuentes oficiales. En la comisaría remitieron al Gabinete de Prensa de la Jefatura Superior de Madrid, que ayer, por ser día festivo, no facilito ninguna información.Prevención
El mencionado incidente se ha producido en un momento en que los vecinos de esta zona urbana madrileña están decepcionados por el plan de prevención de la delincuencia cuya aplicación estaba prevista en los barrios de San Blas, Orcasitas y Pan Bendito, los más afectados por la delincuencia y toxicomanías. El plan "no ha dado ningún resultado práctico" tras seis meses de rodamiento y puesta en marcha, según han afirmado fuentes vecinales (Ver EL PAIS del pasado día 31).
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