'La Santa María', cerca de la meta de Santo Domingo

El velero español La Santa Maria, que pasó el control de Guanahaní (San Salvador) en la madrugada del lunes (a unos 400 kilómetros de la meta en Santo Domingo), así como el británico British Airways, Negado ayer, serán los últimos catamaranes clasificados en la regata Ruta del Descubrimiento. Detrás llegarán los monocascos, Fortuna Lights, Fazer Finland y L'Esprit d'Equipe Bull en un apretado duelo. El Lili, ciclón que pudo causar problemas a la regata, ha desaparecido. A bordo del Galicia todavía se acuerdan de su armador, Asencio El Asaz, al que sus tripulantes han denunciado por robo y por causar desperfectos al barco.

La Santa María, catamarán de José María Lastra, pasó por el control de Guanahaní a primeras horas de la madrugada del lunes día 24. Este velero tiene problemas de escasez de víveres y todavía está a 219 millas (394 kilómetros) de la meta de Santo Domingo (República Dominicana). Al no encontrar en la zona al barco de control, Lastra optó por continuar. Se espera que llegue hoy, hacia las 13.38 horas, al puerto de San Souci, clasificado en octava posición de la regata. Ayer llegó el catamarán británico British Airways, patroneado por Robin Knox Johnston, en séptimo lugar.Mañana, alrededor de las 8.42 horas, llegará a la meta el primer monocasco. Será, si todo sigue igual, el Fortuna Lights, de Javier Visiers, que según todos los indicios, ha pasado por el control de Guanahaní. Este velero español puede ser también el primero en tiempo compensado. Sin embargo, deberá cuidarse del Fazer Finland, de Michael Berner, que sólo está a 6 millas (10,8 kilómetros) de él y con el que, seguramente, mantendrá el duelo final hasta llegar a Santo Domingo. Otro de sus enemigos es, el L'Espr¡t d'Equipe Bull, del francés Lionel Peam. Aunque éste navega a 11 horas del Fortuna Lights, como la diferencia en tiempo compensado entre los dos veleros es de 8 horas, la ventaja del español es de sólo 3 horas.

El Fontvella deberá acelerar su marcha para llegar al control de Guanahaní antes de que, mañana a las 6 horas, expire el plazo fijado. Con la entrada de los primeros monocascos -"una regata dentro de la regata", según los organizadores-, el interés por la Ruta del Descubrimiento bajará ostensiblemente. Y más si se tiene en cuenta que el último, Galicia, de Ramón Novo, llegará, a Santo Domingo aproximadamente a finales de febrero. Los dlificultades que han caraterizado la singladura de este velero (con problemas de patronazgo minutos antes de la salida, que continuaron en Las Palmas, donde permanecieron 11 días para aclarar el problema), se han agravado con unas denuncias de los tripulantes al armador, Asencio El Asaz.

Según uno de los tripulantes, el periodista Pedro Puialto, El Asaz sustrajo documentos, velas, bombas y otros enseres del barco, además de causar daños importantes. Los tripulantes pusieron sendas denuncias en la Comandancia de Marina y en la comisaría de policía de Las Palmas de Gran Canaria, y posteriormente, a requerimiento notarial, el barco fue desalojado hasta que el pasado sábado, día 22, pudieron hacerse de nuevo a la mar, capitaneados por Ramón Novo, gracias al cual pudieron también partir de Berialmádena (Málaga) el 2 de diciembre (ver EL PAIS del día 24).

Por otro lado, el ciclón Lilí ha perdido toda su fuerza y está prácticamente disuelto. El último velero que tuvo problemas con Lilí fue el catamarán francés Region Nord Pas de Calais, de Patrick Toyon, con daños de poca importancia. Una vez reparados, entró en la meta a las 10.18 horas del día de Navidad, en sexta posición, después de 22 días, 23 horas.