Archibald y el don natural
Archibald paseó por Madrid sus conocimientos. A los 36 años, quien ya lo ha sido todo en la NBA (Liga Profesional Americana) puede regalar la vista del espectador europeo con algunos detalles de repertorio. Su cambio de ritmo, el dominio de la pelota, la facilidad de disparo, la elasticidad y la inteligencia en el juego quedaron sobradamente demostrados. Archibald fue el exponente de lo que significa el don natural del jugador americano con respecto al baloncesto.Y ese don natural, expresado en la cancha, tuvo también su reflejo en las gradas. La visita de Archibald y sus compañeros del llamado New Jersey Cheiw All Stars, representaba la presencia de un conjunto de jugadores que se reúnen, como una descarada mercancia, para ser vendidos según viajan de un país a otro. Sentados en las gradas estaban otros jugadores que han logrado ser colocados, pero que cualquier día pueden coger la maleta y convertirse en viajantes de sus propias habilidades con una pelota. Sentados y bien juntos estaban Thorton y Phillips (Cajamadrid), Russell (Estudiantes), Allen (Breogán) y Mitchell (Collado-Villalba). Ellos son una muestra, también, de lo que ha sido una de las razones del espectacular éxito del baloncesto en España en los dos últimos años. La razón que impone el don natural.
