Los Carrillistas acusan a Iglesias de querer "refundar" el PCE en otro partido

Los duros reproches que se dirigieron mutuamente el sector carrillista y el que representa la mayoría constituyeron la base fundamental de la reunión del Comité Central del PCE celebrada ayer en Madrid y que tiene prevista hoy su continuación. Los primeros acusan a la actual dirección de liquidacionista", presumiendo un intento de "refundar" el PCE en otro partido. Gerardo Iglesias, secretario general, calificó de insidias tales acusaciones. La oferta de convergencia con otras fuerzas políticas y sociales realizada el pasado mayo por el secretario general constituye el origen de la discordia.

Gerardo Iglesias leyó en la mañana de ayer un informe dedicado casi en exclusividad al análisis, desde la perspectiva comunista, del 30º congreso del PSOE celebrado la pasada- semana. Para Iglesias, no hay dudas acerca de la derechización del partido del Gobierno tras su asamblea. "Un nuevo campo de posibilidades para la izquierda en España, se acaba de abrir", dijo el dirigente comunista. A tenor de las resoluciones finales del 30º congreso del PSOE "se ratifica el radical giro a la derecha del Gobierno, reforzando al límite el control de Felipe González sobre el partido", añadió Iglesias. Dos únicas páginas, de las 37 que leyó, en las que se hace una llamada al diálogo y a la unidad entre los comunistas, se refieren, y no explícitamente, a la crisis interna del partido.Tampoco hizo mención alguna Iglesias a la reciente escisión producida en su partido por el abandono de Jaime Ballesteros, miembro del Comité Central, y un centenar de militantes más que pasan al partido de Ignacio Gallego. La votación de este informe arrojó 32 votos favorables, 3 en contra y 23 abstenciones, estas últimas presumiblemente pertenecientes a los disidentes.

Críticas a lo no dicho

Las críticas de los carrillistas se produjeron en la tarde de ayer, más por lo no dicho por Gerardo Iglesias que por el contenido de su informe. Escalonadamente pedían la palabra un militante carrillista para a continuación seguirle un defensor de las tesis de la actual dirección. Francisco Palero, secretario de organización del PCE, acusó a los disidentes de defender sus posiciones en los medios de comunicación y no dentro del partido. Tachó de irresponsables a los compañeros que han hablado de una afiliación comunista que no supera las 30.000 personas, cuando el cómputo se está realizando en estos días y de cualquier forma este número es ridículo para las cifras que en realidad tiene el PCE.

El debate fundamental, no obstante, entre las dos líneas, se dio entre Francesc Frutos, por el secretariado del partido, y Adolfo Piñedo secretario general de los comunistas madrileños, y Julián Ariza. Ariza dirigente de CC OO reconoció que el informe del secretario general era sobre todo rechazable por las cuestiones que no se mencionaban. Pasó a continuación a hablar de la llamada convergencia con otras fuerzas sociales y políticas españolas. Ariza se preguntó cuál iba a ser el programa electoral de ese "conglomerado". "Estamos confundiendo izquierda con radicalismo, ecologismo y con los Verdes", añadió Ariza. Adolfo Piñedo secretario general del PCE de Madrid ironizó sobre tal concentración de fuerzas llamándola "esa amenaza de la divergencia, que desde la dirección no se nos quiere decir de qué se trata". Para Piñedo,esta ambigüedad está perfectamente calculada.

Francesc Frutos afirmó que la práctica popular del PCE durante este año, basada en las movilizaciones y en la concertación con diferentes grupos sociales, está fortaleciendo al partido.

Se espera hoy la intervención de Santiago Carrillo, quien pondrá el colofón a las críticas hechas ayer por sus hombres y para finalizar este Comité Central, contestará a todas ellas el secretario general del PCE, Gerardo Iglesias.