Ramón Perales
director del Coletivo de Agitación Teatral Higiénicamente Independiente, ha decidido junto con sus compañeros, poner en marcha una arriesgada operación de "marketing taquillero" en vista de que el público no acudía en suficiente número a las representaciones que ofrecen en la ciudad de León. Como las gentes de CATHI consideran que el teatro no debe ser gratis para evitar funestas consecuencias en una sociedad que todo lo mide por su valor económico, decidieron seguir cobrando la entrada, pero la pusieron al insultante precio de cinco pesetas. Si el público está duro, entradas a duro, parece ser el lema elegido. A cambio de tan módico precio de la entrada los actores han decidido castigar a los espectadores reacios con un panfleto acusatorio que lamenta el desinterés teatral de las autoridades y evalúa en bajo precio los costos del cerebelo de los apáticos.
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