Garaikoetxea, de ejecutivo navarro a nacionalista vasco
Carlos Garaikoetxea Urriza, de 45 años de edad, se ha ocupado en los últimos 15 años, en buena parte, en la lucha por el autogobierno del País Vasco, que él desea incluya también a Navarra. Nacido en 1939 en Pamplona, en el seno de una modesta familia carlista, el dimisionario lendakari estudió en colegios religiosos de maristas y escolapios para pasar luego a la universidad de los jesuitas de Deusto, en donde cursó Derecho y Economía.A los 23 años, Garaikoetxea prometía ser ya un provechoso ejecutivo, cuando comenzó a trabajar en la factoría de Sigma en Elgóibar, de la que era director Angel Berazadi, que años después, en abril de 1976, sería asesinado por ETA. De ahí pasó Garaikoetxea a Tacsa y luego a Eaton Ibérica, en donde alcanzó la categoría de gerente y la fama de duro. Una huelga general en Pamplona, en 1973, cuando además de gerente de Eaton era presidente de la Cámara de Comercio, le hizo ganar esta fama por su actitud en las negociaciones con los trabajadores.
Ya por entonces, Garaikoetxea había iniciado su acercamiento hacia el nacionalismo vasco. A fina les de los sesenta comenzó a estudiar euskera y fue uno de los introductores en Navarra del movimiento de defensa de las ikastolas. Personas que conocen bien su trayectoria personal afirman que su interés por la lengua vasca comenzó cuando se dio cuenta de que ésta era indispensable para situar se bien dentro del PNV.
En 1975 había abandonado ya la empresa privada para montar un despacho de abogados especializados en problemas económicos y comenzar su carrera política en el PNV. Dos años después se introduce en la cúpula del partido, apoyado por el dirigente Xabier Arzallus. Su entrada en el Consejo Nacional del PNV (comisión ejecutiva) fue seguida por un estrepitoso fracaso: en las elecciones legislativas de 1977 fue derrotado en la lista que los nacionalistas vascos presentaron en su tierra, Navarra, bajo el nombre de Unión Autonómica.
En 1979 se endereza su carrera: entra en el Parlamento Foral navarro, es elegido presidente del Consejo General Vasco y, posteriormente, presidente del Gobierno autónomo.
Algunos han querido ver en él un hombre dubitativo, como corresponde a su condición de géminis, aunque en muchos problemas conflictivos dentro de su partido ha sido muy decidido.
Decisiones muy importantes las ha tomado con absoluta reserva, sin comunicárselas a nadie: así sucedió, por ejemplo, el pasado mes de enero, cuando zanjó con una conferencia de prensa televisada en directo la crisis desatada en el PNV.
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