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Caos en Ias ondas

El aumento de emisoras ilegales y la utilización de frecuencias y potencias no permitidas producen graves perturbaciones en el espectro radioeléctrico

Las llamadas radios libres se multiplican. Muchas emisoras de onda media emiten en frecuencias para las que no están autorizadas. Las emisoras comerciales de frecuencia modulada aumentan ilegalmente su potencia. Las calles de las grandes ciudades se llenan de señales que provienen de servicios móviles de radiodifusión, como ambulancias, bomberos, transportes, radiotaxis y otros servicios ciudadanos. Este tráfico va a aumentar cuando se utilicen las 2.000 nuevas frecuencias de FM que ha concedido a España la Conferencia Internacional de Ginebra, clausurada el viernes pasado, día 7.

La Administración española se encuentra casi inerme para ordenar el tráfico caótico de ondas, que produce embotellamientos, colisiones e invasiones de unas emisiones en otras. Ahora lo va a tener todavía más difícil puesto que la Conferencia sobre Radiodifusión en Frecuencia Modulada, organizada por la Unión Internacional de Telelecomunicaciones, acaba de conceder a España la posibilidad de disponer de 2.000 nuevas frecuencias de FM en la banda de 87,5 a 108 Mhz. Los usuarios, por su parte, parecen olvidar que la autopista por donde circulan las ondas es limitada. El espectro radioeléctrico que sirve de soporte a cualquier medio de radiodifusión es un bien escaso.Expertos de telecomunicación dicen que en estos momentos ya se ha llegado a una saturación de las ondas en ciudades como Madrid y Barcelona. Esto explicaría el hecho de que muchas emisoras, sobre todo las de FM, que son más y actúan en una banda de menor amplitud, intenten sobrevivir a esta guerra de las ondas, aumentando la potencia o buscándose el rincón de otra frecuencia para emitir. Es un hecho reconocido por las más importantes cadenas de radio privadas que la mayor parte de la emisoras de FM de Madrid, por ejemplo, emiten a mayor potencia que la permitida en sus licencias de explotación.

Lo que hacen las estaciones con esta y otras medidas de distorsión técnica es anular a otras emisoras, producir interferencias o perturbar en cualquier caso el derecho del oyente a elegir libremente la emisora preferida, sin que su sintonía le venga impuesta por condicionamientos técnicos.

Además, no sólo se producen interferencias en las ondas de radio, sino también en la recepción de las señales de televisión y, lo que es más grave, se perturban a veces los sistemas de radionavegación aérea, añadiendo así a las interferencias producidas por los fenómenos atmosféricos otras perturbaciones producto de la técnica doméstica -caso de las radios libres o los radioaficionados.

El problema de la saturación y el caos de las ondas arranca de 1979. Las últimas Administraciones, casi impotentes debido a la dispersión de competencias en materia de radiodifusión, se han encontrado a partir de esta fecha con que se ha disparado el número de emisoras. Hasta entonces la radiodifusión era limitada. Sólo existían las cadenas tradicionales de onda media (RNE, Radiocadena, SER, COPE, Rato ... ), mientras que la FM era prácticamente marginal.

'Policía de las ondas'

La democracia aportó un mayor interés y la consiguiente mayor libertad en la utilización de las ondas para comunicarse. A raíz de la aplicación del Plan Técnico Transitorio del Servicio Público de Radiodifusión Sonora en Ondas Métricas con Modulación de Frecuencia (junio de 1979), se concedieron 300 nuevas licencias de FM, de las que están funcionando 250 emisoras legales en el sector privado. Paralelamente se creaban varias decenas de radios libres que no cuentan con autorización oficial.En la actualidad, según estimaciones de fuentes oficiales, existen 186 emisoras en OM, de las que 74 son de titularidad pública (53 de Radiocadena y 21 de RNE-Radio 1) y 112 pertenecen al sector privado (COPE, 43; SER, 20, y otros, 49). En FM, el número de licencias concedidas se eleva a 587. De éstas, 287 fueron concedidas antes de 1979.

Después de 1979 hubo 300 nuevas licencias.

El problema surgió al duplicar la carga de emisoras, con lo que aumentó considerablemente el tráfico de señales. La Administración no disponía ni de medios legales ni de una organización adecuada por lo menos para actuar como policía de las ondas.

Las competencias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión se encuentran diseminadas en varios ministerios, principalmente en el de la Presidencia y en el de Transportes, Turismo y Comunicaciones, lo que ha dificultado la dispersión. Por otra parte, cualquier actuación, sobre todo en materia de nuevas concesiones, dependía y depende de los acuerdos internacionales sobre la materia.

Expedientes

Mientras se discutía en Ginebra el plan de concesiones definitivas de FM para la región de Europa, norte de África, Oriente Medio, Afganistán e Irán, la Administración ha anunciado la apertura de expedientes a 46 emisoras de radio que emiten, o bien sin licencia, o irregularmente, tanto en relación con su frecuencia como a su potencia. A esta medida seguirán otras de ordenación del espectro, que se sustanciarán en la futura ley de Ordenación de las Comunicaciones, cuyo borrador ha pasado por el Consejo de Estado.El Gobierno ha programado un plan de cuatro años para dotaciones técnicas y humanas destinadas al control del espectro. Se cuenta para ello con 4.000 millones de pesetas. De momento, ya se han destinado 400 millones para la construcción de dos centros fijos de control técnico de emisiones, que se instalarán en Madrid y en Barcelona.

Estos dos centros, junto con el que se está construyendo en El Casar de Talamanca (Guadalajara), permitirán, por el sistema goniométrico (localización de un foco desde tres puntos distintos), detectar las irregularidades técnicas de las emisiones.

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