El Barcelona derrota al Sevilla pese a Buyo

Buyo salvó al Sevilla del diluvio universal, de una auténtica hemorragia de goles. Le metieron tres, porque debió encajar seis.Los jugadores del Sevilla saben que, aunque su club está totalmente arruinado, representan el señorío andaluz. Ese señorío se demuestra en el campo, donde practican un fútbol de salón, de toque bonito, sin prisas, de pizarra, intentando mancharse lo mínimo posible su blanco uniforme.

Hay que dejar sentado desde un principio que él Sevilla no disparó ni una sola vez a puerta, pues su gol fue de cabeza. Se pasó la primera parte viéndolas venir, nada más iniciarse la segunda tuvo la fortuna de empatar y entonces pensó que podía salir airoso del Camp Nou. Cuando quiso reaccionar, Schuster y compañía había puesto la directa y resuelto la contienda. Y es que el partido pudo quedar sentenciado en el primer tiempo. A los 20 minutos, Buyo inició su exhibición a tiro durísimo de Archibald -ahora ya todo el mundo cree en él-. A los 34, Lobito Carrasco logró su gol.

El Barcelona utilizaba todos los recursos para ganar. Derrochaba fuerza, jugaba en conjunto, desplegaba el juego por las alas (Rojo y Carrasco), hacía pressing cuando perdía el balón, fabricaba goles en los córneres (con Alexanco y Miguel al remate), los delanteros provocaban las faltas que le van bien a Schuster. Lo intentaban todo. Se reanudó el partido y se produjo el error de Urruti, un hombre que suele fallar poco.

Y a partir de entonces, el diluvio. Los barcelonistas demuestran que este año están dispuestos a todo. Y continúan con su ataque (Carrasco-Archibald),inteligencia (Schuster-Rojo) y poder (EstebanVíctor-Julio Alberto). Cuando todos, jugadores y espectadores, parecían dispuestos a sufrir hasta la victoria, apareció la cabeza de Archibald y se resolvió el lío