Un anuncio en la medianoche del día 31 en TVE costará ocho millones

Ocho millones de pesetas será la cantidad que deberá pagar el anunciante que decida pasar su spot justo antes de que TVE conecte con la Puerta del Sol para escuchar las 12 campanadas que despedirán 1984. En el caso de que el anuncio sea de bebidas alcohólicas, lo que no suele suceder, según un ejecutivo de publicidad de TVE, el precio de los 20 segundos de la pequeña pantalla aumentaría a 16 millones, de acuerdo a las normas que rigen en Prado del Rey. TVE ingresó en 1983, en concepto de publicidad, 51.090 millones de pesetas.

Sólo en el último minuto de Nochevieja Televisión Española consiguió 21 millones: ocho del último anuncio, siete del penúltimo y seis del anterior. El minuto después de las campanadas tampoco se cotizará mal: seis millones el primer spot; cuatro, el segundo, y tres, el tercero; la razón es que para entonces el público está de felicitaciones, copas, serpentinas y matasuegras.En años anteriores optaron por emitir el último anuncio del año bancos, la línea aérea internacional española y fabricantes de bebidas refrescantes.

Para el año proximo, Televisión se remite a los índices de audiencia. Mientras el lunes, a las 10 de la noche, los 20 segundos costarán 2.400.000 pesetas, los miércoles ascenderán hasta 3.300.000. Los fines de semana tienen una tarifa diferente; los sábados, a las 23.00 horas, alcanzarán los 3.400.000 pesetas, la cifra más alta de todas, a excepción de las fechas navideñas. El anuncio más barato de 1985 será el que se pase a las doce de la mañana de los sábados, a un precio de 220.000 pesetas.

Durante 1984, el anuncio más caro, si se prescinde del fin de año, era el sábado a las 22.30, y costaba 2.900.000 pesetas; durante la semana, a esa misma hora, el precio era de 2.750.000 pesetas; hay que tener en cuenta que los meses de verano sufren unas reducciones que pueden ser de hasta el 40%.

Los anuncios de bebidas alcohólicas y de tabaco en TVE tienen un recargo de 100% cada 20 segundos, y no pueden emitirse antes de las 21.30 horas.

La Navidad, y más concretamente la fiesta de Reyes, convierten al público infantil en el blanco continuado de la publicidad televisiva en las horas punta de la programación para los pequeños, a partir de las seis de la tarde y hasta que aparece Casimiro invitándoles a irse al cine de las sábanas blancas, que ahora aparece con pitufos, arco iris o nubecitas.

En este campo, TVE ha establecido unas normas que, según uno de sus ejecutivos, son cada día más estrictas y prohíben, por ejemplo, que se anuncien juguetes bélicos; debe quedar claro cómo se accionan, su tamaño y función real, y si cuestan más de 5.000 pesetas debe constar en el spot. El punto número 25 de las normas básicas de admisión de publicidad dice: "Ni el texto ni la imagen del anuncio deben efectuar apelaciones directas al niño para que compre o pida a sus padres u otras personas que compren el producto anunciado".