Unas relaciones intensas y renovadas

Las relaciones entre España y México estuvieron interrumpidas entre 1939 y 1977. Terminada la guerra civil española, el Gobierno mexicano recibió a miles de exiliados republicanos españoles y reconoció al Gobierno de la República española en el exilio en 1945. Tal situación se mantuvo hasta el 28 de marzo de 1977, en que los Gobiernos de España y México, restablecida la democracia en nuestro país, establecieron relaciones diplomáticas.Desde entonces han sido numerosos los contactos a los más altos niveles gubernamentales. Un mes después del establecimiento de relaciones, el entonces presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, realizó una visita oficial a México y, en octubre del mismo año, el presidente mexicano José López Portillo visitó España, donde firmó cinco convenios bilaterales de cooperación así corno la supresión de visados entre los dos países.

El viaje de los Reyes de España a México, en noviembre de 1978, supuso un acercamiento sin precedentes a la emigración republicana. Los encuentros continuaron con las visitas de los ministros españoles de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez Llorca, en febrero de 1982, y Fernando Morán, en abril de 1983. Los intercambios entre los dos países han sido intensos a lo largo de estos años, en los diversos aspectos.

En el terreno económico, la balanza comercial ha sido desfavorable para España desde que nuestras importaciones de petróleo mexicano han representado el 80% de las compras españolas al país azteca, y esto a pesar del enorme incremento de los intercambios comerciales entre los dos países en los últimos años.

La crisis económica mexicana y el grave peso de su deuda exterior han producido un desequilibrio aún mayor en las relaciones económicas con España, forzada por la reducción mexicana de sus importaciones, hasta el punto de que, en 1983, se podría hablar de una discriminación del comercio español frente al de México con otras naciones.

Un camino para paliar tal desequilibrio sería, como se apuntó en la entrevista que mantuvo Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, con el presidente mexicano, Miguel de la Madrid, el pago con petróleo de las importaciones españolas.

En la actualidad, la deuda exterior de México supera los 70.000 millones de dólares. En cuanto a España, la deuda mexicana era en junio de 1884 de 640 millones de pesetas.