_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El viento de otoño arrancó algunas plusvalías del árbol

La segunda jornada de la tanda semanal se convirtió en un indicio del leve interés de algunos operadores en cambiar por dinero las ganancias de días anteriores, especialmente en lo que se refiere al sector eléctrico, el que más sufrió las consecuencias de las órdenes vendedoras. Hasta aquí, el comportamiento del mercado no produce mayor motivo de reflexión, puesto que los analistas continúan defendiendo la tendencia alcista y, a lo sumo, las discusiones se centran más en los matices de la situación actual que en el carácter positivo de la misma.Por una parte, parece claro que los inversores no han recibido con buena disposición el anuncio o los rumores sobre las ampliaciones eléctricas al 50%, ya que esperaban un cambio más favorable. Quizá parte del castigo que han sufrido ayer estos valores tenga su origen en este hecho. Pero los expertos señalan varios motivos que deberán permitir a las eléctricas seguir ganando puntos en las próximas semanas.

El centro de esta argumentación se sitúa en los niveles de rentabilidad actual de estos valores, y que deben servir de atracción para aquellos contribuyentes que aún no han conseguido obtener papel de otro tipo de emisiones. Estos inversores se verán en la necesidad de recurrir a la renta variable, a pesar de que éste no sea un plato muy de su gusto, si quieren posicionarse de cara a las desgravaciones fiscales antes de final de año. Las rentabilidades que pueden ofrecer estos valores, además, están por encima de otros activos.

Posiblemente, casi por los mismos motivos, el sector bancario tiene pocas oportunidades de lograr mejorar sustancialmente sus posiciones. Los analistas consideran que la avalancha de bonos de tesorería o de caja -ayer, sin ir más lejos, anunciaron sendas emisiones Popular Industrial (2.000 millones, al 12% de interés anual) y Pastor (1. 100 millones, al 11 % anual)- está impidiendo la mejora de las acciones bancarias.

Los ahorradores consideran que es preferible adquirir estos bonos, ya que, por una parte, permiten realizar la desgravación del 15% por inversiones, lo que no sucede con las acciones en el mercado secundario. Pero, además, la compra de los bonos supone una garantía, ya que si las acciones bajaran de valor en el momento de la conversión se podrían comprar mucho más baratas que ahora. Exactamente igual que si mantienen su valor actual, gracias a las rebajas contempladas en este tipo de emisiones. Finalmente, si aumentaran de precio, con esas rebajas se podrían adquirir aproximadamente al precio actual.

Los comentarios de la jornada se centraban, por un lado, en lo curioso de la suspensión de la cotización de Koipe en Madrid, para evitar especulaciones a consecuencia de todos los rumores sobre su futuro, mientras que este valor sigue cotizando en Bilbao. Se habla, además, de la posibilidad de que la junta de San Miguel apruebe un aumento de nominal de las acciones de la sociedad de 2.000 a 3.000 pesetas. Son rumores, claro.

El ánimo de los expertos permanece tranquilo y casi nadie apuesta por un debilitamiento del mercado a corto plazo (no hay que olvidar la rebaja del preferencial en Estados Unidos), aunque eso no excluye algún retroceso por realizaciones de beneficios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_